Poeta y prosista contemporáneo, de Villaviciosa, donde nació el 22 de junio de 1910, Fueron sus padres don Florentino Busto Martínez, muchos años impresor y propulsor de publicaciones locales en esa villa, y doña Manuela Toyos Viñes, que vivían en posición desahogada.
Busto Toyos recibió una esmerada instrucción y pasó en la adolescencia a trabajar en la imprenta del padre, en la que aprendió el oficio de tipógrafo, que ha tenido en él siempre devociones y entusiasmos. Con el aprendizaje del oficio y la lectura fué despertando en él la vocación por las letras, y apenas tenía quince años cuando empezó a colaborar en los periódicos editados por el padre, El Progreso de Villaviciosa y Maliayo, con poesías, cuentos y artículos sobre curiosidades históricas. Poco después (1927) llevaba sus colaboraciones al periódico Heraldo de Asturias, de Buenos Aires.
Después de fallecido su padre, en 1928, se traslada a Madrid con el deseo de procurarse campo más amplio a sus aspiraciones. Al año siguiente contrajo matrimonio con la señorita Eugenia Carrión Pérez, y continúa desenvolviendo la vida en Madrid con su oficio de tipógrafo. Al mismo tiempo prosigue sus actividades de escritor. Forma parte de las redacciones de las revistas La Ilustración Iberoamericana y Humanidad (1930). Asociado al iniciador del Cine Latin, de París, don José Miguel Durán, y otros amigos, contribuye a la fundación en 1931 de la revista Acción Cultural Cinematográfica, con la que emprenden. una cruzada en favor del cine educativo en España, digna de más larga vida de la que llegó a alcanzar. También en ese año colabora algo en los diarios El Liberal y La Tierra, y en éste inserta una crónica sobre la idea movida entonces de crear una Imprenta Nacional, que mereció favorables comentarios.
En ese mismo año 1931 es llamado a prestar el servicio de las armas, que cumple destinado a Pamplona. Aquí colabora con alguna asiduidad en el semanario La República y el diario Democracia durante ese año y el siguiente.
Llevado de su amor a las letras, y con motivo de la fundación del Hogar del Soldado en todos los cuarteles de España, concibió la idea de dotar a éstos de un periódico, tirado en la imprenta del cuartel, que contribuyera a levantar el nivel cultural de la clase de tropa. Preparó un modelo de periódico y una razonada memoria, de acuerdo con otros soldados aficionados a la literatura, y elevó ambas cosas al jefe del regimiento; pero el proyecto, pese a sus nobles propósitos, tropezó con nadie sabe qué inconvenientes, que cuajaron en una negativa.
Después de cumplido el servicio militar fijó su residencia en Infiesto, siempre a expensas de su Oficio de tipógrafo, compartiendo las tareas, como siempre, con las de escritor. En ese mismo año (1932) recogió en un volumen intitulado Geometría humana una selección de sus desperdigados ensayos, que es su género predilecto. Ha colaborado desde entonces asiduamente en El Progreso de Piloña, editado en la citada villa.
A fines de 1934 ha vuelto a trasladar la residencia a Madrid, en busca del medio ya conocido como más propicio para su profesión y para sus vocaciones.
El autor de este Indice se complace en reconocer su perseverante cooperación sobre noticias de contemporáneos de Villaviciosa y Piloña.
Obras publicadas en volumen:
I.— Geometría humana. (Madrid, 1932; compilación de crónicas y ensayos literarios.)
Referencias biográficas:
Fernández Moreno (Gerardo).La figura. (En la revista Maliayo, Villaviciosa (1927).