Hermano del anterior, mayor en años que él. Eclesiástico. Nacido en la aldea de Soto de la parroquia de Santa María de Oviñana (Sobrescobio), probablemente en 1750.

Estudió la carrera eclesiástica en la Universidad de Oviedo. En ella obtuvo todos los grados, desde el de bachiller en Artes hasta doctorarse en Teología en 1772.

Tuvo después a su cargo las parroquias de Santiago y San Román, del concejo de Sariego. Se trasladó luego a Oviedo, donde fue canónigo con dignidad de magistral y secretario del Cabildo en el obispado. A la vez fue profesor sustituto en la Universidad de Prima de Teología, y tras varias oposiciones obtuvo en propiedad en 1776 la cátedra de Súmulas. En la Academia universitaria de Teología desempeñó los puestos de fiscal y rector.

Dice su nieto(?) Fermin Canella y Secades que “murió muy joven y presentado para obispo auxiliar de Cádiz (1792) (Historia de la Universidad de Oviedo.)

Fué un excelente orador sagrado, y como tal es lo único que se recuerda de él en cuanto a escritor. El citado Canella y Secades dice en la misma obra a este respecto: “Orador sagrado de renombre, entre varios Sermones, quedan manuscritos varios al Real Acuerdo, uno de Santa Catalina, en la Universidad; otro de la Concepción, en la Cátedra, y uno de San Juan Nepomuceno, en San Tirso, cuando la Hermandad en favor de los penados, y pronunció el Elogio de Carlos III en la catedral ovetense”, Este Elogio lo escribió con motivo de las exequias celebradas en la catedral en febrero de 1789.