Sacerdote, escritor y compositor musical contemporáneo, especializado en música sacra.
Nació en Oviedo el 11 de noviembre de 1873 en hogar humilde, formado por don José Carreño y doña Matilde Suárez. Por haber pertenecido de niño al coro de capilla de la catedral de Oviedo, la vocación musical, especialmente por la música religiosa, fué la primera despertada en él. A los ocho años (1881) ingresó en el Colegio de San José establecido y sostenido por el obispado en esa ciudad, y en él siguió todos los estudios de la carrera eclesiástica y adquirió una sólida cultura musical.
Obtuvo durante la carrera las mejores calificaciones y se ordenó de presbítero en 1896. En este mismo año fué nombrado organista de la iglesia parroquial de Candás, con lo cual comenzó a un tiempo las prácticas de su ministerio sacerdotal y las de músico.
Por entonces empezó a ensayarse de escritor sobre temas musicales y, a la vez, a componer obras de música, hijas de su propia inspiración. Se dió a conocer. como crítico sobre ese arte en 1898 en el diario ovetense El Carbayón y envió sus primeras producciones musicales a la Exposición Regional celebrada en Gijón el año siguiente, en la que obtuvo un diploma de cooperación. A partir de esa época ya no abandonó el ejercicio de esas dos actividades, aunque no le caracterice en ellas la fecundidad. Como escritor ha empleado los seudónimos de Mister Pecé, Fabio y Emecé.
En 1903 ganó en reñidas oposiciones la plaza de maestro de capilla de la catedral de Oviedo, que desempeñó por espacio de unos cinco años. Durante este tiempo continuó colaborando en El Carbayón y algún que otro periódico, y en 1907 concurrió al Congreso de Música Sagrada, de Valladolid, con una Memoria que mereció la general aprobación de los congresistas.
Inclinado por su carácter a la vida monástica, en 1808 ingresó en la Orden de San Benito en el convento de Samos (Lugo), en la que permaneció veintiún años, hasta su exclaustración por motivos de salud. Durante esa larga época de su vida los principales trabajos como escritor los recogió La Voz de la Verdad, de Lugo, en la que publicó en 1912 unos documentados artículos sobre la belleza del canto gregoriano y la manera de organizar su enseñanza en los Seminarios, y la revista Liceo Astur Gráfico, de Oviedo, donde colaboró con diversas crónicas y un estudio en 1921 sobre compositores asturianos de cantos regionales. En esta publicación ocultaba su nombre con el indicado seudónimo de Mister Pecé.
Como compositor y técnico en el arte musical, tanto durante su residencia en el Convento de Samos como después en los de Monforte (Lugo) y Los Cabos de Pravia (Asturias), desarrolló una labor digna de consideración. Explicó un cursillo de canto gregoriano en el Seminario de Plasencia, en 1911; presidió tribunales en diferentes ocasiones para cubrir vacantes de maestros de capilla y organistas en las catedrales de Lugo, Orense y Mondoñedo, y presidió también el Jurado calificador del Certamen de Orfeones celebrado en Orense en 1926. Al mismo tiempo compuso obras de carácter religioso, entre ellas algunas dedicadas a entidades y corporaciones, como los himnos Liceo Asturiano (entidad ovetense que le premió con una batuta de ébano y plata), a la bandera de este mismo centro de enseñanza, a las Marías de los Sagrarios, a San Francisco, para los franciscanos de Lugo y Santiago de Compostela, y a la Virgen, para los mercedarios de Sarria (Lugo).
Abandonada la vida de benedictino en 1929, volvió al año siguiente a ocupar el puesto de organista en Candás, que continúa desempeñando actualmente (1935).