Militar y escritor como tratadista de temas profesionales. Hijo del también militar don Mamerto, reseñado más abajo, y doña Amalia, de esos respectivos apellidos. La circunstancia de ser militar Su padre le llevó a nacer en La Coruña (23 de agosto de 1854), pero se crió y formó su espíritu en Asturias, porque esa misma circunstancia tuvo a don Mamerto muchos años destinado en la Fábrica de Armas de Oviedo, y ovetense se consideró siempre nuestro biografiado.
Hechos en Oviedo los estudios preparatorios, ingresó en julio de 1867 como cadete en el Colegio de Artillería. Por no tener la edad reglamentaria, no se le consideró como tiempo de servicio el transcurrido hasta agosto del año Siguiente. Siguió con aplicación y lucimiento los estudios y se le promovió al grado de alférez en julio de 1870 y a teniente en igual mes del 72. En este año concluyó la carrera y comenzó a prestar servicios en el tercer regimiento en pie.
Al instaurarse la primera República en febrero de 1873, contrario al rumbo que tomaba España, solicitó y obtuvo la licencia absoluta; pero su vocación militar, ante los trastornos que sufría el país, le decidió a incorporarse nuevamente al Ejército, lo que hizo en septiembre de ese mismo año al puesto que tenía, desde el que participó en El mes siguiente en el sitio de Cartagena con: motivo de la insurrección cantonal. Al finalizar ese mes pasó a prestar servicios al cuarto regimiento montado.
Desde marzo del año siguiente comenzó a tomar participación muy brillante en la campaña del Norte de la guerra civil contra los carlistas o partidarios del pretendiente al Trono don Carlos de Borbón.
Por su valiente comportamiento en ese mismo mes, en los encuentros de Somorrostro (Vizcaya), se le ascendió al grado de capitán. Después de participar en diversas Operaciones con igual fortuna, en las desarrolladas en Abarzuza y Monte Muru, en el mes de julio, conquistó méritos para que le fuera concedida la Cruz roja de primera clase del Mérito Militar. En febrero del 75 cooperó con pericia y arrojo al levantamiento del bloqueo puesto por los insurgentes a Pamplona, y entonces alcanzó el empleo efectivo de capitán. Más tarde, en Treviño (Burgos), también por méritos de guerra, contraídos en la batalla celebrada en ese condado en el mes de julio, se le concedió el grado de comandante. Aún continuó en esa campaña algunos meses más, siempre con brillantes intervenciones que le granjearon la estimación de sus jefes.
Designado para pasar a prestar servicios en la guerra que se sostenía en Cuba, se dejó sin efecto esta designación, y en el mes de enero de 1876 se le destinó nuevamente al cuarto regimiento montado. Al participar en octubre de ese año en la apaciguación de los disturbios promovidos en el cuartel de San Gil, de Madrid, salió herido, por lo que se le recompensó con el grado de teniente coronel. Prestó luego servicios en otros varios Cuerpos de ejército hasta que en 1881 pasó a situación de supernumerario. Volvió luego al servicio activo en varios regimientos y nuevamente pasó a supernumerario en abril del 85, en cuya situación estuvo hasta julio del 87, fecha en que se le destinó al cuarto Depósito de reclutamiento y reserva. Desempeño este puesto hasta agosto del 89 y estuvo luego excedente hasta marzo del 90, para volver entonces al servicio activo. En alternativas de excedencias y diversos empleos, llegó al mes de septiembre de 1893, en que pasó al Ministerio de la Guerra, destinado al negociado de Material, del que llegó a jefe, cargo que desempeñó con singular acierto.
Por entonces su latente vocación literaria encontró fáciles motivos para el desarrollo de esa actividad, y vertió sus experiencias y conocimientos teóricos en los volúmenes anotados más abajo, por cuya publicación obtuvo nuevas distinciones y recompensas. Por su autoridad y prestigio se le encomendaron diversas e importantes comisiones, en todas las cuales supo robustecer su crédito. Y al ascender por antigüedad a coronel, se dispuso que continuara (1905) en su puesto del Ministerio. En él siguió hasta septiembre de 1909 que fué incorporado a la Comisión Central de la Remonta de Artillería, lo que le llevó a presidir algunas comisiones encargadas de la compra de ganado en varias provincias y en Francia.
En abril de 1913 obtuvo el ascenso a general de Brigada y algunas semanas después se le concedió la Gran Cruz de San Hermenegildo. En agosto del año siguiente se le destinó a puesto de segundo jefe militar de la isla de Menorca, cargo al que hubo de renunciar por quebrantamiento de salud, por lo que pasó en abril de 1915 destinado de cuartel a Madrid. Dos años después, en agosto de 1917, obtuvo el pase a la escala de reserva del Estado Mayor general.
Obras publicadas en volumen:
I.—Abreviaturas y marca del material de guerra. (Madrid, …)
II.—Artillería de Montaña. (Madrid, 1894.)
III.—Expedientes de adquisición directa. (Madrid, …)
IV.—Resumen de los principales datos numerarios de material de plaza, costa y sitio. (Madrid, 1897; obra reeditada con ampliaciones en 1903.)
Referencias biográficas:
Salmeán (A.).—El general don Arturo Díaz Ordóñez. (En la revista Asturias, órgano del Centro Asturiano, Madrid, julio de 1913.)