Militar y posteriormente funcionario civil; hombre que alcanzó fama por su memoria extraordinaria, casi prodigiosa; docto escritor, aunque no de muy galana pluma, sobre temas históricos, y traductor de obras literarias y científicas. A su paso por los numerosos cargos que ha desempeñado dejó el recuerdo de un nombre prestigioso.

Nació Jerónimo de la Escosura en Oviedo el 19 de diciembre de 1774. A los dieciséis años de edad, decidido a seguir la vocación que sentía por el ejercicio de las armas, ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería de Asturias. Hizo sus primeras armas en la guerra del Rosellón (1793) con valor y fortuna. En la acción de Castel-Piñol fué ascendido a subteniente y a teniente dos años después por méritos de campaña. Entonces obtuvo también sus primeras condecoraciones militares.

Por esa época ingresó en la Academia Militar establecida en Zamora, en la que perfeccionó y completó los estudios que ya venía haciendo y obtuvo la calificación de sobresaliente en un examen general. Desde 1799 a 1805 estuvo destinado a maestro de cadetes. En este último año contrajo matrimonio en La Coruña con una señorita de origen inglés, doña Ana Morrogh Wolcott, sin dejar por eso y entonces, como se afirma en la Enciclopedia Espasa, la carrera militar para dedicarse a empleos civiles. Posteriormente desempeñó el cargo de inspector general de Infantería y pasó luego al Estado Mayor de Madrid.

Residente en Madrid cuando los sucesos de 1808, provocados por» la invasión francesa, tomó parte en la defensa de la población, costándole su arrojo caer prisionero de los franceses. Consiguió evadirse y corrió a refugiarse a Sevilla y ponerse a las órdenes de la Junta Suprema que desde esa ciudad asumía las funciones del Gobierno de España y la dirección de la lucha contra Napoleón. Entonces obtuvo el nombramiento de agente fiscal del Consejo Supremo de Guerra. Desempeñó después otros destinos y comisiones. Destinado como agente diplomático cerca del baja de Santory, no llega a posesionarse de este cargo a causa de haber sido suspendida esa misión por la Regencia que sustituyó a la Junta Suprema.

En 1811 se le adjudica el cargo de secretario general de los Cuerpos de ejército números 6 y 1, a las órdenes del general Castaños, a las cuales siguió durante algún tiempo la suerte de esas fuerzas en acciones bélicas, casi todas triunfales.

Al concluirse la guerra de Independencia fué cuando dejó el campo de acción militar para dedicarse a ocupaciones de la Administración civil. Entre los primeros destinos de esta índole figuran los de tesorero de Castilla la Vieja y oficial de la Secretaría de Estado y del Despacho de Hacienda. En 1826 se le nombró superintendente de la Fábrica de Tabacos, de Madrid.

Cuatro años después (1830) ocupó como vocal un puesto en la Junta de Fomento, luego fué presidente de la Junta de Estadística creada en el Ministerio de la Gobernación y, por último, clasificado en 1832 como intendente de provincia de primera clase, desempeñó comisiones diferentes de cometidos delicados. En 1841 alcanzó la jubilación con tantos años de servicios al Estado como iban transcurridos del siglo.

A estos años últimos corresponden los frutos conocidos de sus ocupaciones de escritor y traductor.

Desde el año 1830 al 39 publica tres compendios de historia (números l, II y III que le consagran como un excelente tratadista de la materia. Dichas obras fueron declaradas de texto en los Institutos de segunda enseñanza y por ellas se ilustraron varias generaciones de españoles. Han sido reeditadas numerosas veces. Las Academias de la Historia y de la Lengua reconocieron por esa labor sus merecimientos y le dieron ingreso en sus Corporaciones como académico supernumerario en junio de 1843, elevándole la segunda de ellas a categoría de numerario el 5 de diciembre del año siguiente.

En posesión de algunos idiomas europeos, se dedicó también a traductor. Primeramente tradujo obras de carácter científico e histórico. Tales son la obra inglesa de Th. Tredgold Tratado de las máquinas de vapor y su aplicación a la navegación, minas y manufacturas (Madrid, 1831); Conversaciones sobre economía política, en las cuales se explican de un modo simple y familiar los elementos de esta ciencia (Madrid, 1835), obra escrita en inglés por la señorita Lowey, en dos tomos, y Compendio de la historia de Egipto (Madrid, 1835).

Después dedicó sus actividades de traductor a obras literarias, teatrales, del francés. Algunas de ellas despiertan la fundada sospecha de que se trata de obras originales, entre otras razones, porque aparecen desprovistas de autor verdadero. Seguramente es suya y no traducción la indicada en el número IV y acaso podría decirse esto mismo de las siguientes: Isabel o dos días de experiencia (Madrid, 1839, comedia en tres actos); Mauricio o el médico generoso (ídem, ídem), que alcanzó gran éxito; Carlota o la huérfana muda (ídem en dos actos), y Rita la española (drama en cuatro actos). Y son traducciones sin duda alguna estas dos obras: Teresa (drama en cinco actos de Dumas, publicado en Barcelona sin fecha) y El fastidio o El conde Derfort (Madrid, 1839), obra en dos actos original de Scribe.

No por jubilado dejó el Estado de aprovecharse de las facultades que adornaban a Jerónimo de la Escosura. Le continuó ocupando con comisiones oficiales, como la de consultor de la Empresa del arriendo de la sal en 1843; como vocal de la Junta revisora de las Leyes de Indias en 1847, y a la vez censor de teatros, y como miembro del Consejo de Sanidad en 1853. A la vez desplegaba sus actividades en otros destinos, como el de regidor y teniente alcalde de Madrid, que desempeñó desde 1844 al 48, y el de contador durante varios años, hasta su fallecimiento, del Colegio de Niñas Huérfanas de San Antonio, de la Hermandad del Refugio.

En 1845 tomó parte como juez en el tribunal de oposiciones para las cátedras de Historia, Literatura Española y Literatura General de la Universidad de Madrid.

También en estos últimos años le incorporó a sus tareas la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Viudo desde 1853, dejó de existir Jerónimo de la Escosura en Madrid el 11 de noviembre de 1855.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Compendio de la Historia de Grecia. (Madrid, 1830; de texto EN la segunda enseñanza, reeditado numerosas veces.)

II.—Compendio de la historia de Roma. (Madrid, 1830; ídem, d)..

III.—Compendio de la historia de España. (Madrid, 1839; ídem, ídem.)

IV.— A mal tiempo, buena cara. (Madrid, 1853; comedia en un acto representada en Madrid en 1839, y que el autor da como traducción sin que al parecer, lo sea.) 

 

Obras inéditas:

—Diversos modos antiguos y modernos de escribir la historia. (MS. de 1843 en el archivo de la Academia de la Historia; discurso de ingreso en este Instituto )

 

Referencias biográficas

 

17. de la E.—Apuntes biográficos referentes a D… (En la Revista de Asturias Oviedo. 1881, número 17.)