Religioso agustino contemporáneo, nacido el 7 de noviembre de 1871 en Piñera. Desconocemos a qué pueblo de ese nombre se alude, ya que en Asturias no habrá menos de veinte denominados de la misma forma.
Decidida su vocación por la vida conventual, ingresó en la Orden de San Agustín en el Colegio de Valladolid el 6 de julio de 1890. Hecha la carrera eclesiástica, se le destinó por los superiores a las misiones establecidas por la orden en Filipinas, en 1898. Residía en Macao dedicado al estudio de la lengua aborigen cuando la insurrección de los nativos contra el dominio de España le obligó, como a otros muchos religiosos, a repatriarse, seis meses después de haber llegado al archipiélago.
En 1900 fué destinado a las misiones del Perú, y en el Colegio Seminario de la Orden, establecido en Cuzco, y luego en el convento de San Agustín, de Lima, ejerció el profesorado con tanto acierto, que en febrero de 1910 se le confirió por méritos el título de lector. En el año 1913 fué nombrado subdirector del mencionado Colegio, cargo en el que cesó un año después, en mayo de 1914, por habérsele designado vicario provincial del Perú.
En años posteriores ha vuelto a las funciones de profesor en el mismo Colegio, del que fue rector.
Actualmente (1935) desempeña el cargo de comisario Provincial.
Trabajos sin formar volumen:
La memoria del ilustre magistrado don José Domingo Marmolillo. (En la obra Corona fúnebre, dedicada a esa personalidad por Fr. Ignacio Monasterio, ¡publicada en Cuzco.)