Actuario judicial y escritor contemporáneo. Aunque cubano de nacimiento, fué asturiano por entrega absoluta de su espíritu a la tierra de sus mayores y de todas sus más hondas devociones. En Avilés, donde residió casi toda su vida, se le consideraba un avilesino auténtico y por tal se tenía él mismo.

Nació en Tapaste (Cuba) hacia   el año 1860, hijo de don Agustín Fernández Trapa y doña Isabel de la Noval. Trasladado en la infancia a Avilés, aquí se crió y estudió la enseñanza elemental. Después cursó los estudios de bachillerato en el Instituto de Oviedo, en el que se graduó de bachiller en Artes el 18 de febrero de 1879. Luego siguió en la Universidad los especiales del Notariado (abolidos más tarde) quedando facultado como notario el 18 de junio de 1881. Posteriormente acabó la carrera de Leyes con la licenciatura en Derecho Civil y canónico.

Hacia 1885 obtuvo la plaza de escribano o secretario de actuaciones del Juzgado de Primera Instancia, de Avilés, cargo que desempeñó por espacio de cerca de cuarenta años, hasta su fallecimiento. En Avilés contrajo matrimonio con doña Ildefonsa García y residió siempre sin otras interrupciones que temporadas veraniegas en una finca de recreo de Naveces (Castrillón).

Fué en Avilés, en sus años de juventud y madurez, uno de los elementos más y mejor dispuestos a propulsar toda iniciativa de mejoramiento y también de divertimiento locales, llevado de su carácter generoso y optimista. Reflejo de este su invariable buen humor fueron sus actividades periodísticas en las publicaciones avilesinas, entre las que figuran el Diario de Avilés, La Semana Festiva (1899), La Semana Ilustrada (1900) y la revista anual El Bollo, publicada el domingo de Pascua Florida, en celebración de la tradicional fiesta de que toma nombre la revista y de la que él ha sido uno de los fundadores con don Claudio Fernández Luanco y entuSiasta mantenedor después. sus colaboraciones literarias tenían casi siempre tono festivo y las firmaba Con el seudónimo Rico de Fe, anagrama del nombre y símbolo verdadero de su carácter.

A su muerte, ocurrida en El Pito (Cudillero) el 27 de noviembre de 1923, le fué erigido en Naveces, por Suscripción popular, un modesto Monumento.