Aunque vallisoletano de origen, por su residencia en Asturias desde la infancia y amor a la región adoptiva, y más concretamente a Avilés, donde ha vivido siempre y formado su hogar, se le considera y se considera él a sí mismo asturiano.
Nació Manuel Fontanillas en Valladolid el 27 de octubre de 1899 en modesto hogar formado en matrimonio por don Manuel Fontanillas Suárez y doña María Díez Jorge. A los tres años de edad pasó a residir en Gijón y de aquí, dos después, a Oviedo, de donde se trasladó, en 1907, a Avilés, que ha venido siendo lugar de su habitual residencia desde entonces.
La modesta posición de su familia no le ha consentido cursar otros estudios que los elementales en escuelas públicas de Oviedo y Avilés, ampliados con la asistencia durante algunos cursos a la Escuela de Artes y Oficios de esta villa.
Aunque recibió con notable aprovechamiento esas enseñanzas, se puede decir que su cultura es autodidáctica desde la raíz por haber tenido que librar la lucha por la vida en el trabajo desde la niñez.
A los doce años entró como aprendiz de tipógrafo en los talleres del Diario de Avilés, de donde, medio aprendido el oficio, salió año y meses después para trabajar en una joyería establecida en la misma población. Poco más tarde volvió de nuevo al abandonado oficio de tipógrafo en otra imprenta avilesina, donde permaneció hasta 1920, que se quedó cesante a causa de una huelga, y reingresó en la joyería en que había trabajado antes.
Obrero en esa imprenta, surgió en él la vocación literaria y se dió a conocer en ese citado año con unos versos en la revista Aurora que se editaba en esos talleres.
Desde entonces ya no dejó de escribir para el público, más frecuentemente en prosa que en verso.
Soldado del Regimiento del Príncipe, de guarnición en Oviedo cuando el desastre de Melilla de julio de 1921, marchó con esas fuerzas al protectorado de Marruecos, y aquí permaneció por espacio de tres años en la campaña de reconquista, durante la cual ganó los galones de cabo. Desde Marruecos envió frecuentes crónicas sobre la campaña a El Progreso de Asturias, de Avilés, y a La Voz de Asturias, de Oviedo, en el primero de los cuales continuó colaborando después de repatriado en febrero de 1924. En ambos periódicos ha empleado el seudónimo de Fontán.
Vuelto a su destino de la aludida joyería avilesina, años después, y ya casado el 19 de noviembre de 1927 con la señorita María Quesada Menéndez, se le dió en ella el puesto de encargado como sucursal de otra importante joyería ovetense, puesto en el que continúa actualmente (1935).
Al año siguiente de su regreso de África (1925), el citado diario de Oviedo le nombró su corresponsal en Avilés; el 1929 obtuvo la corresponsalía del también diario ovetense El Carbayón, y en 1930 la del diario Ahora, de Madrid, fundado entonces. En esos periódicos ha venido publicando frecuentes crónicas informativas y otros trabajos literarios, así como en la revista anual El Bollo, de Avilés, y otras publicaciones asturianas ocasionales.