Periodista y literato contemporáneo. Aunque no es asturiano de nacimiento es su asturiana es su ascendencia paterna, la familia que ha creado y la mejor parte de su espíritu. Nació García de Paredes en Madrid, el 29 de febrero de 1872, hijo de don Anselmo García de Paredes y Vela y de doña Benita Pinilla Guardiola.

En 1900 entró en Asturias. Establecido en Gijón. fundó y dirigió en esta villa El Eco Nacional, que dejó para ingresar en la redacción de El Comercio, de la que pasó a la de El Noroeste, en el cual fué redactor-jefe bajo la dirección de Dionisio Pérez. En dicha villa contrajo matrimonio con doña María Corugedo Suárez.

Al dimitir su puesto en El Noroeste fué requerido por el marques de Canillejas para dirigir el diario político La Opinión de Asturias, de Oviedo ciudad a la que se trasladó con ese motivo y que ha venido siendo lugar habitual de su residencia desde entonces; dos años después dimitía la dirección de ese periódico. Entonces fué cronista de El Pueblo Astur, de Gijón. hasta que trasladado este periódico a Oviedo, pasó a él como redactor-jefe. Al fusionarse El Pueblo Astur con El Carbayón, García de Paredes quedó en este diario con el mismo cargo que tenía en el otro y en su desempeño permaneció bastantes años.

A la vez que las diarias tareas, casi siempre anónimas, de redaclor-jefe de El Carbayón, colaboraba en periódicos de fuera de la provincia, particularmente en el Diario de la Marina, de la Habana, del que fué redactor corresponsal en Asturias desde 1905 hasta 1914. En época posterior fué cronista en la provincia de La Correspondencia de España, de Madrid. Desde 1923 a 1931 figuró como colaborador de plantilla de La Nación, de Buenos Aires. También desempeñó la corresponsalía en Asturias de La Vanguardia, de Barcelona, y el puesto de redactor corresponsal de La Voz, de Madrid.

Entre su copiosa producción figuran, además de los anónimos o firmados con su nombre Y apellidos, trabajos firmados con seudónimos: críticas teatrales con el de Don Justo y de toros con el de Sinapismos. Aunque nunca haya prescindido como escritor del primer apellido se le suele conocer simplemente por Emilio Paredes.