Nació en Castropol en el año 1878. La profesión de juez desempeñada por el padre le llevó a sucesivas mudanzas de residencia y a ser un estudiante un poco nómada. A la edad de cinco años se trasladó a la isla de Puerto Rico, donde permaneció acaso más de un lustro.

Después de su retorno a España siguió los estudios del bachillerato en colegios de jesuitas, primero en Anceis (La Coruña) y luego en La Guardia (Pontevedra).

Después cursó Derecho en la Universidad de Oviedo. posteriormente residió algún tiempo en Madrid y, por último, se asentó en la villa natal, donde ya vivió el resto de su existencia.

En Castropol abrió bufete de abogado, profesión que alternó con actividades políticas y literarias. Como escritor, vocación que le acompañaba desde estudiante, colaboró en algunos periódicos de la provincia, pero muy especial y asiduamente en el decenario local Castropol, que dirigió Claudio Fernández Luanco. En este periódico publicó lo mejor que ha salido de su pluma: entre los numerosos trabajos firmados y anónimos figuran los dos que por su sobresaliente importancia se anotan más adelante.

Acerca de García de Paredes nos ha dicho Vicente Loriente Cancio: “Es una de las personalidades más importantes que tenido por aquí. Hemos tratado de recopilar en un libro una selección de sus escritos para imprimirlo por suscripción, pero tuvimos que abandonar el propósito por el excesivo gasto de imprenta. Es el suyo un caso e recuerda el de Tuero. Además de excelente escritor, era un formidable y amenísimo conversador, cuyo ingenio y cuyas frases se recordaran por aquí mucho tiempo”.

Dejo de existir Victoriano García de Paredes en mayo de 1931.

Trabajos sin formar volumen:

1.—Crepúsculos. (En el decenario Castropol, 1906-17: diez crónicas de costumbres sobre el ambiente local de los primeros años de siglo XX).

2.—Por la tierra ancestral. (En ídem, 1924: varias crónicas sobre un viaje por Galicia).