Arquitecto de la primera mitad del siglo XIX. “Antes que con sus obras, contribuyó a sostener el arte con los servicios prestados a la Academia de San Fernando”, dice José Caveda y Naya en Memorias para la historia de la Academia de San Fernando. Nació en Gijón el 29 setiembre de 1774.
Nada sabemos de su vida hasta veinte años después del nacimiento. Al inagurarse en a villa natal el Real Instituto Asturiano fundado por Jovellanos, Inclán Valdés figuró entre los primeros alumnos. Estudia aquí Matemáticas, y con tal aprovechamiento hace estos estudios que al concluirlos se le encomienda la cátedra de Aritmética, “para los jóvenes que no fueron aprobados en el primer curso y los de retardaron matricularse en el segundo”, según dice Rendueles Llaos en Historia de la villa de Gijón.
Parece ser que su familia deseaba que siguiera estudios universitarios, pero la vocación de él se inclinaba a las Bellas Artes, por lo que se trasladó a Madrid, donde hizo los estudios de arquitecto con don Manuel Martín Rodríguez. En este propósito estuvo favorecido por Jovellanos, quien le consiguió una “pensión de seis reales vellón diarios sobre los fondos del llamado pie beneficial de la mitra de Oviedo… hasta su aprobación de arquitecto en 1802”.
Ya en el ejercicio de su profesión le acreditaron varias obras, entre ellas los edificios de la Imprenta Nacional y de la Hermandad del Refugio. “No deslustran sus obras errores notables -Comenta el citado Caveda y Nava—, pero tampoco las realzan la grandiosidad y la belleza”. Así lo comprueban, entre otras: el tabernáculo de mármoles para la parroquial del Puerto de Santa María; la torre y fachada del Monasterio de San Juan, de Burgos; la iglesia de Santa María, de Sigüenza; la cárcel de Antequera y el Seminario A Conciliar de Toledo.
El prestigio alcanzado por su personalidad le abrió as puertas de varias Corporaciones, entre las que cuenta
A la vez que proyectaba y ejecutaba estas y otras obras, desarrollo actividades docentes en su propio estudio y como profesor de composición en la Escuela Superior de Arquitectura, en la que ocupó los caros de teniente (1816), subdirector (1822 y director (1835).
El prestigio alcanzado por su personalidad le abrió las puertas de varias Corporaciones, entre las que se cuentan las Sociedades de amigos del País de Oviedo y Toledo, que le nombraron socio de merito, y a Academia de Bellas Artes de San Fernando, que le dió ingreso como académico el 3 de junio de 1814, y de la cual recibió más tarde el título de director honorario.
A las obras antes citadas pueden añadirse las siguientes: el retablo mayor de la Catedral de Badajoz; el sepulcro de Jovellanos en la iglesia parroquial de San Pedro, en Gijón; el cementerio de Antequera; el altar mayor del monasterio de San Juan, de Burgos.
Falleció Inclán Valdés en Madrid en 1853, (Fuertes Acevedo anota en Biblioteca de escritores asturianos en 1850).
Obras publicadas en volumen:
I—Tratado de Aritmética y Geometría de dibujantes (Madrid, 1817).
II.—Apuntes para la historia de la Arquitectura y observaciones sobre la que se distingue con la denominación de gótica. (Madrid, 1833).