Nacido hacia 1865, emigró a Cuba en la adolescencia y aquí se dedicó al comercio.
Fué poeta y prosista y colaboró en diversos periódicos y revistas de la isla. En la colonia española y particularmente en la asturiana, se fué conquistando una personalidad, sobre todo con actuaciones oratorias.
En el Centro Asturiano se le nombró en noviembre de 1905 secretario general. Desempeñó este cargo con acierto; de ello se hace eco Oscar García en El libro del Centro Asturiano de la Habana. “Nos dejó el 20 de febrero (1913), —dice el citado autor—, requerido por la poderosa empresa periodística Diario de la Marina para hacerse cargo de su gerencia administrativa, y se fué con dolor de todos los socios, con hondo y unánime pesar, testimoniándoselo así la Junta General, que acordó obsequiarle con un banquete oficial y hacerle un delicado presente, como recuerdo de sus constantes esfuerzos por la grandeza y prosperidad del Centro durante los años que desempeñó tan elevado cargo, según se consigna en el libro de actas”.
El cargo de administrador del Diario de la Marina no le impidió continuar prestando apoyo al desenvolvimiento del Centro Asturiano, del que presidía la Sección de Inmigración a su fallecimiento en la Habana: octubre de 1916.
Manuel Álvarez Marrón enjuicia con estas palabras la labor literaria de M. G.: “Además de gran orador, Amalio Machín posee vastos conocimientos literarios. Es prosista notable y poeta delicado y tierno ¿Tiene algún defecto? Lo tiene, es decir, lo tuvo… Lo tuvo cuando le dió por escribir Doloras a imitación de Campoamor. Una mente vigorosa y original como la suya no tiene derecho para imitar a nadie”.
Ha solido emplear como escritor algunos seudónimos, entre los que solamente conocemos el de Aurelio de Cangas.