Escritor contemporáneo, nacido en Berodia (Cabrales), en hogar de campesinos, el 24 de octubre de 1873. El modesto desenvolvimiento económico de la familia se agravó con el fallecimiento del padre cuando Niembro de la Concha tenía seis años. Toda la instrucción del muchacho se redujo a las lecciones recibidas desde esa edad hasta los nueve, de maestros trashumantes que llegaban como jornaleros de la enseñanza a los pueblos que carecían de escuela oficial.
Pese a circunstancias tan poco favorables, cuando el Ayuntamiento de Cabrales decidió crear una escuela en Berodia, la junta local confirió a Niembro de la Concha, que entonces andaba por los once años, el cargo de maestro incompleto, con la asignación anual de cincuenta duros con descuento. Enseñaba lo que sabía y procuraba aprender. “A los diecisiete años —dice él mismo— pensando que también podría escribir en los papeles, se me ocurrió mandar una correspondencia al desaparecido periódico de Oviedo El Correo de Asturias. La publicó, siendo ello motivo de orgullo, de vanidad, casi de desvanecimiento para el pobre rapaz —que se le iban los ojos y el alma tras el papel impreso— al ver su nombre y apellidos estampados en letra de imprenta. Después… otra correspondencia, y otra, y ciento, durante catorce o quince años; trabajos de diferente índole: informativos, literarios, campañas que fueron sonadas en pro del progreso y la prosperidad de este concejo, usando, entre otros, los seudónimos Manolo —que se ha hecho bastante popular — Olonam, M. N., siendo el autor de las secciones Bocetos, Cabralieguerías Aires cabraliegos, Esbozo y otras”.
Entre los periódicos donde ha colaborado con mayor asiduidad figuran: El Oriente de Asturias y El Pueblo, de Llanes; El Eco de los Valles, de Panes; El Popular y El Auseva de Cangas de Onís; La Unión Republicana, La República y El Progreso de Asturias, de Oviedo; El Cantábrico y La Montaña, de Santander; el diario El País y las revistas Asturias, órgano del Centro Asturiano y Norte, los tres madrileños, y otros. Pocas veces ha firmado sus escritos con el nombre verdadero. Las más veces ha empleado el seudónimo de Manolo, pero bastantes trabajos han aparecido con otros seudónimos, muchos de ellos ocasionales, entre los que figuran: Juan Portal, Uno del Través de Arriba, Un Cabraliego, Uno que viste y calza, Perico el de los Palotes, Demócrito, Fulano, Claridades, Andana, Simplicio, Lamentos, Lamuno Benimor, El de Otras Veces, Juan de Urriello, Un Coricero, Artagnán, etc.
Debido a sus valientes campañas de prensa contra el caciquismo político y la inmoralidad administrativa en 1899 se le eligió concejal del Ayuntamiento de Cabrales y se le exaltó al puesto de alcalde después. Su gestión fué todo lo acertada que consentía un erario municipal empobrecido y de su paso por la Alcaldía dejó unas ordenanzas municipales, las primeras que tuvo ese municipio. En 1911 se le designó secretario del Ayuntamiento, cargo que viene desempeñando desde entonces.
Fué uno de los principales propulsores del Ateneo Cabraliego, fundado en Arenas. capital del concejo en 1916, en reconocimiento de lo cual le fué concedido el título de socio de honor.