Periodista contemporáneo, hijo del reseñado anteriormente y sobrino del novelista don Armando. Nació en Oviedo el año 1884, todavía niño se trasladó con su familia a Madrid, donde reside habitualmente desde entonces.
En Madrid concluyó los estudios primarios y cursó los del bachillerato. El padre deseaba que siguiera la carrera de arquitecto, pero su vocación le inclinaba a la Infantería de Marina; el resultado no pudo ser más dispar para ambas intenciones: empezó la carrera de Leyes, que no llegó a concluir.
El tiempo que habría de dedicar al estudio lo empleaba en escribir artículos para los periódicos, entre ellos La Correspondencia Militar, diario madrileño que dirigía don Diego Fernández Arias. “Aquel caballero varón —dice él mismo en unos apuntes autobiográficos en Norte (Madrid, noviembre de 1900)— me animaba a proseguir la profesión periodística, y un buen día, mejor dicho, un mal día, abandonó la casa paterna y comencé a ganar el sustento, bien parco en aquellos tiempos, en semanarias y diarios de provincias. Fui redactor de La Región, en Guadalajara; del Diario de Avisos, de Segovia: de La Opinión de Asturias, en Oviedo, y del Diario de Ávila, en esa histórica capital castellana, saltando, al fin, a La Época, de Madrid, de donde pasó hace veinte años (1910), al glorioso diario que fundó don Torcuato Luca de Tena, donde a la sazón continuó”.
Hacia 1920 fué elegido secretario de la Asociación de la Prensa, puesto que desempeñó con verdadera dedicación bajo la presidencia de José Francos Rodríguez.
Según Cruz Rueda, (en el libro biográfico dedicado a Armando Palacio Valdés), es “autor de obras teatrales que alcanzan éxitos de consideración”; no hemos podido concretar este extremo ni enriquecer las noticias biográficas por falta de asistencia del propio interesado.
Obras publicadas en volumen:
I.—Noche de ronda. (Madrid, 1921; zarzuela en un acto, dividido en cuatro cuadros, en colaboración con José Maria Aracil y música de Severo Muguerza).