Famoso escultor del siglo XVIII, padre de los también célebres como arquitectos Diego y Juan, el primero de los cuales queda reseñado páginas atrás.

Nació Juan de Villanueva en Pola de Siero el 5 de enero de 1681. Nada sabemos de cierto de su juventud y formación artistica. Ceán Bermúdez supone que fue en Asturias discípulo de Antonio Borja. Después, probablemente ya casado, se trasladó a Madrid, donde trabajó muchos años como discípulo y ayudante dc Pedro Alonso de los Rios, a quien, después de fallecido, sucedió en la ejecución de algunas obras contratadas o comenzadas.

Animado por el deseo de realzar su arte y los estudios artisticos, que yacían decadentes, y asociado al pintor miniaturista asturiano Francisco Antonio Menéndez, pretendió fundar una Academia práctica a cuyo fin Menéndez elevó al rey una representación en 1726 que no encontró el merecido eco. Pasados bastantes años, en 1744, tal propósito cuajó en la realidad, y de la Academia constituida entonces fue director de estudios, cuando ya por lo avanzado de su edad carecía del brío con que había acariciado tanto tiempo la idea. Esta Academia es considerada como la precursora de la de Bellas Artes de San Fernando, de la que, al constituirse el 12 de abril de 1751, se le designó director honorario por impedirle sus setenta años serlo en activo.

Dejó de existir Juan de Villanueva a los ochenta y cuatro años, el 4 de julio de 1765.

Entre las numerosas obras debidas a Villanueva, Ceán Bermúdez cita como principales la mayor parte de las tallas que figuran en el retablo mayor de San Felipe el Real; la de Nuestra Señora de la

Correa, en la iglesia de los Recoletos; la de San Francisco de Borja y unos ángeles en el retablo principal de San Felipe Neri. Todas en Madrid.