Médico y escritor contemporáneo, nacido en Nueva (Llanes) el 28 de noviembre de 1888, descendiente de don Juan Bada Andrés y doña Baltasara Turanzas del Valle, labradores.
Cursada la instrucción primaria, y sin otro probable porvenir que el de ayudar en las faenas campesinas a sus padres, a los catorce años emigró a Méjico, al lado de un hermano. Fue su primera ocupación la del comercio en Veracruz. Dotado de gran vocación al estudio, decidió elevarse con su propio esfuerzo en tal sentido, y en esa misma ciudad cursó los estudios de Bachillerato desde 1905 a 1911. Por entonces (1908) despertaron sus aficiones literarias, y publicó sus primeros trabajos en el periódico veracrucense El Presente.
En posesión del grado de bachiller, se trasladó a Méjico, capital, dispuesto a seguir la carrera de Medicina, siguió estos estudios con excepcional aprovechamiento (1912-18), “sacrificando las pocas horas de asueto—dice Martínez Riestra—, renunciando a apetitosos esparcimientos juveniles.” Y agrega más adelante: “Yo hube de sorprenderlo muchas veces en esa función agotadora de la inteligencia, mientras el gendarme dormitaba en la esquina y la ciudad se entregaba de lleno al vértigo de los placeres nocturnales. Según la bella expresión—añade—de uno de sus profesores más eminentes, el señor Bada pudo haber obtenido el grado de médico-cirujano con un esfuerzo mínimo, y quiso, sin embargo, merecerlo dignamente, presentando una tesis que sintetiza largos meses de labor cultural.»
Con efecto, su monografía La inflamación, que hubo de presentar de tesis al examen profesional, es un bello exponente de sabiduría científica.” Antes de haber obtenido tan brillantemente el grado de doctor había dado prueba fehaciente de sus conocimientos médicos, como estudiante de quinto año de la Facultad de Medicina mejicana, con la conquista de un segundo premio (1917) por su estudio La moral profesional del médico.»Ya en el ejercicio de su carrera, curso en la sección de especialidades médicas de la Escuela de Altos Estudios (1920-22), especializándose en pediatría y conquistando el título de profesor académico.»
Desde antes de obtenido este nombramiento ejerció funciones de profesor auxiliar de enfermería en la Clínica Médica del Hospital General, y luego (1921-24), de profesor auxiliar también en la Clínica Quirúrgica del Hospital Juárez, ambos de Méjico. Al mismo tiempo desempeñé el cargo de oficial primero en el Departamento de Salubridad Pública (1920-24), encargado de las publicaciones de la Sección de Medicina, Demografía, Archivo, y Directorio. Posteriormente (1924-28) fue catedrático adjunto de Terapéutica Médica en la Facultad Nacional de Medicina.
Estudiante universitario, prosiguió desarrollando actividades de escritor en los periódicos Pro Patria, de Méjico (1916), y El Dictamen, de Veracruz (1917). continuó luego sus colaboraciones, siempre con escasa frecuencia, en la revista Rojo y Gualda y el diario El Día Español, editados en la Capital. En 1928 fué comisionado por la Universidad Nacional de Méjico para estudiar en las Universidades europeas la organización y el funcionamiento de la enseñanza de Pediatría, y especialmente la de Puericultura. Esto le permitió recorrer las mas importantes poblaciones de Francia, Italia y España. Su paso por Madrid lo aprovechó para revalidar en la Universidad Central su título de licenciado en Medicina, Cirugía y Partos.
Dos años después (1930) se estableció en Santander en el ejercicio de su profesión, dedicado especialmente a las enfermedades de los niños, y en esa ciudad compartid las ocupaciones de su consultorio con varias salidas al campo de las letras, colaborador de alguna publicación mejicana, como Voz Nueva; del diario santanderino La Voz de Cantabria y el semanario El Pueblo, de Llanes, y también con esporádicas actuaciones de conferenciante.
A fines de 1934 regresó a Méjico, y en la capital abrió al público su consultorio.
Obras publicadas en volumen:
I—La inflamación: Estudio de Patología general. (Méjico, 1919; prólogo del doctor Torres; tesis doctoral.)
II.—Limpieza e higiene personales. (Santander, 1934; conferencia en la Escuela Graduada del Centro.)
Referencias biográficas:
Martinez Riestra (C.)—Realidad de observación. (En el libro Amor y dolor. El Paso, Texas, 1923.)