ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

JOVE Y HEVIA (Plácido de).

Escritor y político del siglo XIX, más conocido y famoso por el título nobiliario de vizconde de Campo Grande, y que no ha de confundirse con quien lo usó también como firma literaria posteriormente Álvaro Fernández de Miranda.

Fué Jove y Hevia en las letras y en la política una personalidad que gozó de general admiración y simpatía. Produjo obras de importancia literaria, histórica y económica; brilló como conferenciante, orador en varias corporaciones y en las Cámaras legislativas: desempeñó destinos en la gobernación del Estado. Alejandro Salmeán se expresaba así en una necrología: “Con la muerte de este preclaro asturiano pierde la provincia un hijo ilustre y amantísimo. Con él desaparece una de las pocas figuras típicas de los asturianos notorios en los grandes acontecimientos del siglo pasado: un caballero intachable, un funcionario dignísimo, un político de acrisolada consecuencia, integro, recto, independiente”.

Nació Plácido Jove y Hevia en Villaviciosa, en la casa solariega de los Hevias, adornada con el recuerdo histórico de haber servido de refugio a Carlos I cuando éste se vió obligado a saltar a tierra en el puerto de Tazones a causa de una tempestad. Como año de nacimiento se anota equivocadamente el 1829; la verdadera fecha es el 7 de octubre de 1823.

Cursó en el Instituto de Jovellanos los estudios de bachillerato. Después pasó a Oviedo y fué en la Universidad uno de los discípulos más aventajados de la Facultad de Jurisprudencia, en la que obtuvo el título de licenciado en 1845. Completó la carrera de Leyes con grado de doctor, alcanzado en la Universidad Central en 847.

Tanto en Gijón como en Oviedo, con motivo de fiestas y solemnidades de carácter escolar dió a conocer con aplauso composiciones en castellano y en bable, “distinguiéndose como poeta en su Claustro (de la Universidad) —afirma E. C.— al celebrarse la mayor edad de S. M. la reina. Publicó ya entonces algunas poesías y creó una sociedad literaria en Gijón”. Sus primeros trabajos vieron la luz en la revista ovetense El Nalón (1842). Por entonces hizo también sus primeros ensayos oratorios.

Cuando pasó a Madrid a cursar el doctorado, en el mismo año de su llegada a la capital —1846— fundó el periódico La Primavera y, en el siguiente, La Discusión. Con la pluma y sobre todo con la palabra, prestó valiosa colaboración a las tareas de la Academia de Legislación y Jurisprudencia, al Ateneo Científico, Literario y Artístico y a la Sociedad Económica de Amigos del País, en la que fué uno de los elementos más activos y asiduo colaborador del órgano de esa entidad, El Amigo del País.

Aunque sus temas predilectos eran los de investigación jurídica, no por eso abandonó los literarios. A este respecto recuerda Ruidíaz y Caravia que la adopción de la palabra pollo para significar “jovenzuelo insustancial” se debe a Jove y Hevia, como consecuencia de una poesía satírica leída en el Ateneo (1848) con el título de La irrupción de los pollos.

El 11 de marzo de 1849 se le designó para desempeñar el Consulado de Atenas, de reciente creación. Posteriormente, por espacio de unos dieciséis años, ejerció de cónsul en Nápoles, Malta, Perpiñán, Hamburgo, Lisboa y Argel, con categoría de cónsul general en estos tres últimos lugares.

La ausencia de España no cortó los lazos que le unían a los círculos intelectuales ni le impidió acrecentar la consideración y fama conquistadas. Supo mantener ese predicamento con colaboraciones en varios periódicos madrileños, principalmente en el diario El Heraldo Y en las revistas La América, El Foro Y Revista de los Tribunales; con la Publicación de estudios como la Guía práctica para los Consulados de España (número VII), dictada por la experiencia profesional, y el trabajo de investigación histórica Indagaciones acerca de la dominación de España en Malta (número VIII).

Estaba de cónsul en Lisboa cuando fué electo diputado a a Cortes en 1863 por el distrito de nacimiento. Al llegar a España para tomar posesión del cargo, se había cerrado ya la legislatura. Encariñado con la idea de tener representación parlamentaria, rehusó el nombramiento de cónsul en Bolivia y aceptó el de Argel, con el deseo de estar más próximo a su patria. Electo nuevamente diputado por Villaviciosa en 864, dejó definitivamente la carrera consular para seguir la política.

Desde 1864 tuvo ininterrumpidamente representación parlamentaria hasta el fin de sus días, a excepción de un período de tres años, durante la primera República y primeros tiempos de la restauración monárquica con Alfonso XII. Militó hasta la proclamación de la República en el partido moderado, pero como uno de los elementos más liberales. En las Cortes Constituyentes de 1869 fué de los diputados que más a distinguieron en defensa de la restauración monárquica, y en 1873 fué uno de los treinta y tres diputados que votaron en contra de la instauración de la República. Después de la restauración de la Monarquía militó en las filas del partido conservador, que dirigía Cánovas del Castillo.

Paralelamente a las ocupaciones políticas continuó desarrollando su actividad de publicista. Colaboró en numerosas publicaciones madrileñas, entre ellas la Revista de España, el Boletín de la Sociedad Geográfica y la Revista Hispano-Americana; con mayor asiduidad los diarios El Tiempo, dirigido por el entonces conde de Toreno, Francisco de Borja Queipo de Llano y Gayoso, en los años posteriores al derrocamiento de Isabel II, el Heraldo de Madrid y La Epoca. Su amor a la tierra de origen lo mantuvo también con la pluma en periódicos ovetenses y gijoneses, figurando entre éstos El Norte de Asturias.

Su actividad intelectual le llevó a figurar como miembro de numerosas corporaciones científicas y literarias. Fué académico de número de la Academia de Legislación y Jurisprudencia; correspondiente de la Academia de la Historia desde el 4 de marzo de 1853; individuo de varias Sociedades Económicas, además de la Matritense. También le contaron en su seno importantes instituciones extranjeras, entre a la Academia de Historia y Arqueología, de Atenas; la Arcade, de Roma; la Sociedad del Fomento, de Nápoles, de la que fué presidente honorario; el Instituto de Canadá; etc. Pero en este orden de ocupaciones sobresale el concurso prestado a la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Ingresó en ella como académico de número el 15 de octubre de 1882 y desempeñó el cargo de bibliotecario perpetuo desde 1895. Su discurso de ingreso (número XVII) fué uno de sus éxitos más claros, con elogio unánime de la crítica de varios países europeos, a cuyos idiomas se tradujo dicho estudio. A las tareas de esa Academia colaboró con memorias sobre temas económicos y estudios biográficos (necrológicos) de algunos académicos.

En la última etapa de la vida de Jove y Hevia, mas conocido entonces por vizconde de Campo Grande, título heredado en 1879, se acumularon sobre su personalidad los honores oficiales otorgados por el Gobierno español y algunos extranjeros. Fué Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén y comendador de la de Carlos III; Gran Cruz de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa, de Portugal; l de San Estanislao. de Rusia; de Francisco José, de Austria; de la Corona, de Italia; de la Rosa, de Brasil; de Norodon, de Camboya; de Nischam-Tftijar, de Túnez; del Dragón Volante, de Annam; y comendador de la Legión de Honor, de Francia.

Dejó de existir en Madrid el 22 de junio de 1909.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Historia de la poesía. (Madrid. 1846; estudio publicado antes en La Primavera).

II.—Las leyes de Partida. (Madrid, 1847; trabajo publicado anteriormente en La Discusión).

III.—Estudios sobre el duelo, con aplicación a las disposiciones que acerca de él contiene el proyecto de Código penal leído por el Gobierno en el Senado, en la sesión de 3 de febrero de 1847. (Madrid, 1848).

IV.—Exposición a S. M. para la abolición de la tasa del interés del préstamo de dinero. (Madrid. 1848; folleto).

V.—Sistema comercial de Grecia, con deducciones acerca de las relaciones de comercio que pueden establecerse entre este reino y España con ventajas para ambos países. (Madrid, 1851; trabajo publicado antes en la Revista de los Tribunales).

VI.—Cantos de un peregrino. (Madrid).

VII.-—Guía práctica para los Consulados de España, con un apéndice en el que se incluyen casos prácticos y modelos para todos los asuntos importantes de una cancillería consular. (Madrid, 1858).

VIII. —Indagaciones acerca de la dominación de España en Malta 1285 a 1530. (Madrid, 1863; folleto).
]
IX.—Fuero de extranjería. (Trabajo publicado antes en la Revista de los Tribunales).

X.—Discursos pronunciados ante la Comisión especial arancelaria sobre el derecho diferencial de bandera y los derechos de arancel impuestos al carbón mineral Y coke. (Madrid, 1867; follero).

XI.—Una villa española hace cuarenta años (Madrid, 1872; folleto; remembranzas de la Villaviciosa de sus tiempos de niño. Trabajo publicado antes en el periódico El Tiempo, de Madrid: segunda edición en volumen: Oviedo, 1893).

XII.—Historia y proceso de la Internacional en España. (Madrid, 1872; discurso, con otros de Nocedal, Pi y Margall, Cánovas, Salmerón, etc.).

XIII.—Presupuestos. (Madrid, 1878: discursos pronunciados por Jove y Hevia y el marqués de Oravio en mayo de ese año en el Congreso de los Diputados).

XIV.—Voto particular al dictamen de la Comisión acerca de las causas de la crisis de los cereales y legumbres, Y medios que pudiera remediarla. (Madrid, s. a.; opúsculo).

XV.—Voto particular acerca de los aceites y productos agrícolas no expresados entre los cereales, legumbres, vinos y alcoholes. (Madrid, s. a.; opúsculo).

XVI—Saida (Madrid, 1881; trabajo publicado antes, 1880, tomo IX, en el Boletín de la Sociedad Geográfica).Usatorre

XVII—La mujer: Su influencia en la moral y en la política de la sociedad. (Madrid, 1882; discurso de ingreso en la Academia de ciencias Morales y Políticas; traducido a varios idiomas).

XVIII—¿A quién pertenecerá Marruecos? (Madrid, 888; trabajo publicado anteriormente en el tomo VI de las Memorias de la Academia de Ciencias Morales y Políticas).

XIX.—La cuestión arancelaria. (Madrid, 1890; folleto).

XX.—Necrología del Excmo. Sr. D. Francisco Queipo del Llano y Gayoso, conde de Toreno. (Madrid, 1890; memoria leída en la sesiones de 4 y 26 de marzo de ese año en la Academia de Ciencias Morales y Políticas).

XXI—La penalidad de las huelgas. (Madrid, 1901; folleto).

XXII.—Necrología de don José García Barzanallana y García Frías. (Madrid, 1903; memoria leída en la Academia de Ciencias Morales y Políticas).

 

Trabajos sin formar volumen:

1.—Historia de la Sociedad Económica Matritense. (En el Amigo del País, Madrid, 1848, órgano oficial de esa institución).

2.—Indagaciones acerca de los ducados de Atenas y de Neopatria en las coronas de Aragón y Sicilia. (En la Revista de España, Madrid, 1870; ampliación al estudio número VIII).

3.—Prólogo al libro de poesías Hojas perdidas, de Narcisa Pérez Reoyo. (Madrid, 1878).

4.—Negociaciones internacionales del reinado de Alfonso XII. (En la Revista Hispano-Americana, Madrid, 1881-82).

5.—Contestación al Discurso de ingreso de don Fernando Romero Robledo en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. (Madrid, 886; en el mismo volumen que el discurso).

6.—Conclusión de la Necrología del Excmo. Sr. D. Servando Ruiz Cómez, escrita por el conde de Toreno. (Madrid, 1890; terminada por fallecimiento del autor y leída en la Academia de Ciencias Morales y Políticas).

7.—Resumen de la información arancelaria, tratados de comercio y régimen de bandera en la navegación entre nuestros puertos de España y Ultramar. (En el tomo VII de las Memorias de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Madrid, 1893; estudio leído en sesión de Marzo de ese año).

8.—Apuntes económicos de la Exposición Universal de París de 1889, (En el tomo VIII de ídem, Madrid, 1898; estudio leído en la sesión del 8 de marzo de 1892).
Da 9.—La propaganda socialista en el campo. (En ídem, ídem; traajo leído en la sesión de 31 de octubre de 1893).

10.—La Academia Francesa. (En ídem, ídem; estudio leído en la sesión del 16 de enero de 1894).

11.—Contestación al Discurso de ingreso de don José Cárienas y Uriarte en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. (Madrid, 1905; En el mismo volumen que el discurso).

 

Referencias biográficas:

Anónimo.—El vizconde de Campo Grande. (En El Carbayón, Oviedo, 14. de agosto de 1890).

Avendaño (Joaquín de).—Reflexiones acerca de la organización consular de España, con motivo del proyecto de ley que, para su reforma presentó a las Cortes el diputado don Plácido Jove y Hevia. (Génova, 1865; folleto).

Cos-Gayón (Fernando).—Contestación al Discurso de ingreso de Jove y Hevia en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. (Madrid, 1882; en el mismo volumen que el discurso).

E. C.—Los asturianos de hoy: El Excmo. Sr. Vizconde de Campo Grande. (En El Carbayón, Oviedo, 21 y 22 de febrero de 1885).

Rui-Díaz y Caravia (Eugenio).—Los asturianos de hoy: El conde de Campo Grande. (En Asturias, órgano del Centro de Asturianos, Madrid, junio de 1890). del

Salmeán (A).—Un apunte necrológico. (En Asturias, Órgano Centro Asturiano, Madrid, julio de 1909).

Tejada de Valdosera (Conde de).—Necrología del Sr. D. Plácido Jove y Hevia, vizconde de Campo Grande. (Madrid, leída en la sesión del 11 de enero de este año en la Academia de Ciencias Morales y Políticas).