Religioso de la Orden de San Agustín, contemporáneo, nacido en Ceceda (Nava) el 21 de octubre de 1881, hijo de don José Acebal y doña Dolores Monasterio. Después de adquirida la instrucción primaria en el pueblo natal y decidida su vocación a la vida monástica, se preparó en Nava para el ingreso en la familia agustiniana con el estudio de la gramática latina. Pasó luego al Noviciado de la Orden establecido en Valladolid, en el que, después del año reglamentario de prueba, profesó en noviembre 25 de 1897.
Todavía estudiante de Filosofía allí, se manifestó en él su especial aptitud para el dominio de las ciencias físicas, por lo cual se le encomendó el cuidado del Observatorio meteorológico de ese Colegio, corriendo a su cargo las observaciones efectuadas diariamente. En noviembre de 1910 hizo la profesión solemne de votos y pasó a continuar la carrera eclesiástica al Colegio de la Vid (Burgos), de donde, por motivos de salud, se trasladó a Alicante (1903), y aquí obtuvo las órdenes sacerdotales.
En septiembre de 1904 se le destinó como profesor al Colegio de la Orden, fundado por entonces en Tapia, en el que explicó Física y Matemáticas. Como a la vez seguía sus propios estudios de Ciencias Físicas, se vió obligado a suspender las funciones docentes hasta licenciarse en esa Facultad en la Universidad de Barcelona, el 14 de junio de 1912. Ya licenciado, volvió a Tapia como profesor del Colegio, del que también desempeñó el cargo de secretario. En 1918 fué trasladado al Colegio Cántabro de Santander, en el que prosiguió explicando las asignaturas de sus especialidades, y del que fué elevado a director en el Capítulo provincial de la Orden celebrado en 1929, en cuyo destino continúa actualmente (1934) como superior de la residencia de la Orden en Santander.
En los años de 1923-24 tuvo, al mismo tiempo, el cargo de diputado de Ciencias en el Colegio oficial de Doctores y Licenciados en Ciencias y Letras.
Como consecuencia de sus estudios e investigaciones ha dedicado algunas actividades al cultivo de la literatura científica, particularmente en publicaciones religiosas, como La Ciudad de Dios, Religión y Cultura y España y América, en la última de las cuales redactó, además, desde 1923 al 26, una sección fija intitulada Boletín Científico. También ha prestado sus colaboraciones (1920-25) al diario ovetense El Carbayón, en el que ha empleado las firmas de Fresnedo y de Laruelo (Lic. en Ciencias). Otra publicación en que ha colaborado también el P. Acebal fué en el semanario dedicado a la enseñanza La Verdad, de Madrid, por los años de 1926 al 27.
Trabajos sin formar volumen:
- —Investigaciones sobre climatología castellana. (En La Ciudad de Dios, tomo LVI.)
- —El barómetro y la previsión del tiempo. (En España y América, tomo I.)
- —Un nuevo instrumento musical. (En Religión y Cultura, tomo I.)