Prosista y poeta malogrado, que sólo vivió veintiséis años y que, a juzgar por las claras muestras que nos ha dejado de su ingenio y depurado gusto literario, habría alcanzado seguramente un perdurable prestigio en la literatura española. 

Fué su pueblo natal la villa de Pola de Lena, hijo de don Manuel Acebal Garrido, abogado de extensa reputación, y doña Carolina González, en el año 1878. 

Trasladados sus padres a Oviedo, con motivo de haber sido electo don Manuel diputado provincial, en esta ciudad residió habitualmente desde los dos años Acebal González. En el Instituto y en la Universidad ovetenses cursó el bachillerato y la carrera de Leyes hasta licenciarse. Estudiante todavía, se dió a conocer como poeta y prosista de grandes esperanzas en los periódicos locales, y, en colaboración con don Manuel Valdemoro, publicó (número I) un celebrado libro de poesías.

Pasó luego a la Universidad Central a estudiar el doctorado, y en Madrid alcanzó estimación por su cultura, fantasía y bondadoso carácter en algunos círculos intelectuales de gente joven. El poeta Villaesposa le proporcionó facilidades para que también se diera a conocer allí del público. 

Por entonces consolidó la conquistada consideración de escritor original con la publicación de dos series de cuentos en dos tomos (números II y III). En ellos se planteaban y resolvían interesantes cuestiones jurídicas, con habilidad que revelaban a un abogado competente, además de excelente prosista. 

Vuelto a Oviedo, abrió bufete de abogado en 1903, dispuesto a dedicar sus actividades al foro y a la literatura, hermanando las dos modalidades. Su mejor muestra de esto último, entonces, fué una conferencia pronunciada en el Paraninfo de la Universidad sobre el tema Vida y obra de Juan Ochoa, muy celebrada por la prensa local. Pero muy pronto su salud, presa de tuberculosis pulmonar, le obligó a cerrar el bufete y al abandono de las tareas literarias, para sucumbir, por fin, en la villa natal en agosto de 1904. 

En ese mismo año vió la publicidad su primera novela (número IV), y la muerte interrumpió otra que Acebal González escribía con el título de Blanca Quiroga. 

Obras publicadas en volumen: 

I.—Menestra. Versos y ripios. (Oviedo, 1897; en colaboración con don Manuel Valdemoro.)

II.—Cuentos penales. Primera serie. (Madrid, 1900.)

III. —Cuentos penales. Segunda serie. (Madrid, 1901.)

IV. —Roja y pinta. Madrid, 1904; novela.)