Otro notable poeta en castellano, que floreció a mediados del siglo XIX, y del que muy escasas noticias de su vida podemos ofrecer. Nació en Cangas del Narcea, entonces Cangas de Tineo, como él mismo asegura en una composición que tituló ¡Viva Cangas de Tineo!:
“De cuantas comarcas ilumina Febo, es la bella Asturias la que yo más quiero; pues en la fiel villa Cangas de Tineo vi la luz primera el día poético veintiuno de marzo”
No dice el año a que corresponde ese día, y nosotros no hemos podido averiguarlo. De su hoja de estudios en la Universidad de Oviedo se puede deducir el año 1830 como el probable de su nacimiento. En esa Universidad comenzó los entonces llamados estudios de Filosofía en 1841. Fué un estudiante desaplicado y travieso. No llegó a obtener el grado de bachiller, por lo menos en Oviedo, porque en el último año (1846) fué suspendido en la asignatura de Religión y Moral, y abandonó los estudios. Tampoco hemos podido averiguar nada en concreto de su vida con posterioridad a su época de estudiante, ni siquiera la fecha del fallecimiento, y sí solamente que su residencia habitual durante mucho tiempo estuvo en Madrid.
Dice de él Fr. Fabián Rodríguez García que “sus primeras composiciones datan del año 1856, en cuyo mes de septiembre publicó en el Semanario Pintoresco los chispeantes y acrósticos sonetos de pies forzados, La Pepa y Pancracia la solterona, que un periodista trasladó a sus columnas sin señalar su procedencia ni hacer constar el nombre del autor”
Bien pudiera suceder que él mismo las diera a publicar así, porque, al parecer, era hombre tan modesto que ha publicado numerosas composiciones sin firmar.
Fué poeta de variado estilo, que cultivó la poesía sentimental con pensamiento hondo y delicado, a la vez que la sátira, el epigrama y la fábula y estrenó con éxito la zarzuela Maldita moda.
Obras publicadas en volumen:
1—Pinceladas poéticas, o sea colección de poesías morales. (Madrid, 1879.)