ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

ALAS (Jenaro).

Militar y escritor. Hermano, mayor en años, del célebre Clarín. Por su fina inteligencia y robusta ilustración, la personalidad de Jenaro Alas, tan olvidada ya, reclama la consideración de una de las más distinguidas entre las muchas que florecieron y brillaron en el medio siglo que enlaza el XIX y el XX, que es uno de los ciclos más gloriosos de la intelectualidad asturiana. Se ha escrito poco acerca de Jenaro Alas en vida y después de fallecido, probablemente por haber sido hombre de gran aplicación al estudio, modesto y retraído, lo cual ofrece grandes dificultades para una reconstrucción de su vida, merecedora de ser consignada en todos sus pormenores, y para lo cual han resultado fallidos nuestros reiterados ruegos en solicitud de noticias a sus familiares más allegados. Sus apellidos verdaderos son los de García Alas y Ureña.

Jenaro Alas nació en Oviedo en 1845, aunque algunos anotan el año anterior. Cursado el bachillerato en el Instituto ovetense, su gran vocación por las Matemáticas y los estudios científicos en general le movieron a ingresar en la Academia de Ingenieros Militares, en la que hizo con extraordinario lucimiento esta carrera, desde 1860 a 1864, año en que fué promovido a teniente del Cuerpo.

Su carrera militar, por la que acaso no sentía una acendrada vocación, se puede resumir en breves palabras. Tomó parte en varios hechos de armas y en la segunda guerra civil contra los carlistas, obteniendo por méritos de guerra los ascensos y varias condecoraciones, hasta llegar al empleo de teniente coronel, con cuya graduación se retiró del servicio activo en 1881. A la brillante, aunque breve, hoja de servicios hay que añadir sus méritos de documentado tratadista en materias de su profesión con folletos y colaboraciones en revistas militares, como el Memorial de Ingenieros del Ejército, del que fue por entonces y durante muchos años después uno de sus más ilustres colaboradores.

Los últimos servicios militares los prestó en la ciudad natal durante algunos años. Esta permanencia en Oviedo le fué sujetando al medio, que era el de sus predilecciones, con tan fuertes lazos afectivos, entre ellos el de su matrimonio con la señorita Mercedes Cores y Menéndez Valdés, que allí mismo pidió el retiro del Ejército en la fecha indicada (1881).

Era en Oviedo uno de los elementos de más inteligente actividad en la defensa y el progreso de los intereses morales y materiales de la región, por lo que a iniciativa suya o a requerimientos de otros, participaba en todo movimiento de nobles y levantadas finalidades. Con el ingeniero de montes Acebal del Cueto, fundó en 1874 el Centro de Enseñanza, academia preparatoria para carreras universitarias y especiales que gozó de mucho crédito. Figuró entre los elementos que sostenían en auge la Sociedad Económica de Amigos del País, de la que fué secretario (1878-79), y como tal, con el apoyo del famoso hacendista Alejandro Mon, fundó la Escuela de Artes y Oficios, a la que prestó su concurso de profesor y conferenciante (números V y X). De conferenciante actuó también (número VII) en otras instituciones locales. Y puede citarse como uno de sus más relevantes servicios prácticos prestados a la ciudad el estudio (número VI) para la traída y abastecimiento de aguas potables. Otro mérito en su haber es el de su contribución a la fundación de Salinas (Avilés) como estación playera veraniega.

Su extensa y sólida cultura, alimentada con frecuentes viajes por Europa y el estudio constante, estaba apoyada en el conocimiento Y dominio de varios idiomas modernos, que le permitieron hacer admirables traducciones, particularmente del francés y del alemán, figurando entre las más notables de esta lengua la novela Yugo, de Freitag, y Los derechos de la razón y de la fe, de Hurter. Como obra original, además de los volúmenes correspondientes a esta época, mencionados más abajo, merecen ser citadas sus colaboraciones en algunos periódicos ovetenses, especialmente de la Revista de Asturias, segunda época, entre cuyos fundadores (1878) figuró, y de la que fué director en la reaparición como tercera época (1886-89). Entretanto, también sostenía colaboraciones en el ya mencionado Memorial, El Imparcial y otras publicaciones de Madrid, a cuya Asociación de la Prensa perteneció desde 1886.

Un episodio de su vida, entonces (1887), merece recuerdo especial. fué con motivo de la gran movilización de tropas llevada a cabo en Francia. Jenaro Alas acudió a presenciar esas operaciones, sin ninguna representación de carácter oficial y movido solamente por el deseo, siempre latente en él, de enterarse, como hombre de observación y estudio que era. Recibido con toda clase de cortesías y amabilidades, se le facilitaron los medios para que presenciara y viera cuánto deseaba. Pero aquellas operaciones militares no tuvieron la brillantez prevista, y como él supiera apreciar las deficiencias, todo se volvieron luego obstáculos e inconvenientes, hasta calificársele de espía y obligarle al abandono del territorio francés. Buena parte de la prensa francesa cayó en la ligereza de atacarle con más iracundia que argumentos, y entonces él, a su llegada a España, para justificar su conducta y la de los periodistas y militares franceses, público en El Imparcial, en el Memorial de ingenieros Militares y en la Revista de Asturias tres estudios sobre aspectos distintos de la cuestión, que recogió luego en el volumen número VIII. Con esto, el celo patriótico francés quedó castigado en sus excesos.

El año 1891 señala en la vida de Jenaro Alas la más importante mutación con el traslado de su residencia a Madrid, donde una parte de su actividad, la de más positivos rendimientos económicos, iba a estar entregada a tareas administrativas al servicio del Estado. A fines de 1898 alcanzaba la categoría de jefe de Negociado en el Ministerio de Fomento, con la cual pasó dos años después al Ministerio de Agricultura y Obras Públicas. Fué ascendido a jefe de Administración en marzo de 1908 y obtuvo la jubilación en el mismo mes de 1911.

Estas actividades ahora en lo civil, como antes en lo militar, son lo secundario en la vida de Alas. Continúa estando en primer término el intelectual, que ahora brilla en campo más amplio y más propicio.

Sus colaboraciones periodísticas, por entonces y después, se extienden a otras publicaciones madrileñas, entre las que cuentan Marítima, La España Moderna, El Aspirante y Revista Política lbero Americana. Pero su labor periodística más importante la recogen sucesivamente, como escritor especializado en asuntos militares, La Correspondencia de España, primero, y El Liberal, en cuyo cuerpo de colaboradores ingresó en 1899. También ha escrito sobre temas de su especialidad en revistas extranjeras, suizas algunas.

Juzgándole en este aspecto, decía Balbín de Unquera: “Si todos los periodistas se preparasen para escribir como lo ha hecho él, otra cosa sería de nuestra prensa literaria y política… ¡Cómo atenderían los Gobiernos a lo que hoy, no sin razón, desdeñan!”

Con el periodista simultaneaba el conferenciante, en brillantes y aplaudidas disertaciones en el Ateneo (número XV), en el Centro Asturiano, en el Centro del Ejército y la Armada (número XVII), donde pronunció en febrero de 1892 una, muy elogiada, El Ejército es la paz, que ha quedado entre las inéditas; en la Sociedad Geográfica (número 52), en el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial (número 58) y en otras instituciones.

Merecen recuerdo también como actividades suyas de este orden la participación tomada en el Congreso Pedagógico celebrado en Madrid (1892), con motivo del Centenario del descubrimiento de América. Y mayor importancia tiene aún su cooperación de profesor en la Escuela de Estudios Superiores, creada bajo los auspicios del Ateneo en 1896, y en la que en los cursos desde esa fecha a 1898 desarrolló el tema La evolución del arte militar en el siglo XIX, y más adelante (curso de 1905-6) el de El derecho a la guerra.

En 1898 fué electo diputado a Cortes por Cuba, como representante del partido autonomista, y ello le dió ocasión también para acreditar sus firmes conocimientos sobre muy diversas materias. Otro cargo encomendado a su pericia fué el de secretario (1909) del Consejo Internacional de Comercio.

Como periodista tuvo la representación de la Agencia Fabra de Información mundial y probablemente recogió sus últimas producciones, ya sexagenario, la revista madrileña Nuestro Tiempo. Viudo desde 1916, Jenaro Alas falleció en Madrid el año 1918.

Obras publicadas en volumen:

I.—Consideraciones sobre la guerra de sitios en 1870-71. (Madrid, 1872; folleto.)

II.—Memoria sobre la defensa de costas, presentada al concurso anual de 1871 a 1872. (Madrid, 1873; publicada de orden superior.)

III.—Aplicación de los cañones revólveres a la fortificación permanente. (Madrid, 1875; folleto.)

IV.—Monte-Esquinza. Acuarela. (Oviedo, 1887; en volumen con el cuento El violín de un maestro por X.)

V.—Disertación sobre el calor. (Oviedo, 1887; discurso leído en la sesión de reparto de premios de la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo.)

VI.—Proyecto de un túnel para conducción de aguas. (Madrid 1887; folleto.)

VII.—El darwinismo. (Oviedo, 1887; tres conferencias pronunciadas en el Casino de Oviedo en los meses de febrero y marzo de ese año; publicadas también en la Revista de Asturias.)

VIII.—La movilización en 1887 en Francia. La movilización de la cuarta sección técnica de ferrocarriles. Diario de un espía… malgré luí. (Madrid, 1888; tres estudios publicados también, respectivamente, en El Imparcial, Memorial de Ingenieros del Ejército y Revista de Asturias.)

IX.—Organization et repartition des troupes speciales sur les frontiéres continentales. (París, 1888; opúsculo.)

X.—Memoria sobre la enseñanza popular. (Oviedo, 1889?; publicada por la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo.)

XI.—Los colegios preparatorios y la segunda enseñanza. (Madrid, 1889; folleto formado con artículos insertos en El Imparcial, de Madrid.)

XII.—La reducción del contingente. (Madrid, 1889; folleto.)

XIII.—Transports militaires par chemins de fer. Règlement du 19 novembre 1889 sur les transports stratégiques-Guerre et Marine. (París, 1889.)

XIV.—Reglamento de los transportes militares por ferrocarril. Aprobado por R. D. de 24 de marzo de 1891. (Madrid, 1891.)

XV.—El servicio militar y la na­ción armada. (Madrid, 1891; conferencia en el Ateneo de Madrid.)

XVI. —Las aguas potables para el campo y plaza de Gibraltar. (Madrid, 1894.)

XVII. —El cerebro militar de los Estados. (Madrid, 1903; conferencia en el Centro del Ejército y la Armada, de Madrid.)

XVIII.—Bases para una nueva ley de reclutamiento. (Madrid, 1909; opúsculo.)

Trabajos sin formar volumen:

  1. —Wire Pope Tannvay: Tranvía de cable de alambre, sistema Hodgson (En el Memorial de Ingenieros del Ejército, Madrid, 1874.)
  2. —Carriles de acero. (Idem, 1875.)
  3. —Calibres de la artillería Krupp. (Idem, 1875.)
  4. —Cañón Uchatins de bronceacero. (Idem, 1875.)
  5. —Experiencias en Inglaterra para conocer los efectos de los hornillos submarinos contra un buque. (Idem, 1875.)
  6. —Transporte de heridos por el sistema Zavodusky. (Idem, 1876.)
  7. —El mortero austríaco rayado y cargado por la recámara. (Idem, 1876.)
  8. —Experiencias sobre los efectos de la moderna artillería en los macizos de tierra. (Idem, id.)
  9. —Aparatos de seguridad para las aspilleras. (Idem, id.)
  10. —Organización de los almacenes de pólvora en Alemania. (Idem, id.)
  11. —Juicio crítico sobre la defensa de la frontera oriental de Francia. (Idem, id.)
  12. —Datos sobre la defensa de las costas del Imperio Alemán. (Idem, id.)
  13. —Sistema Toselli para la inflamación de hornillos submarinos. (Idem, id.)
  14. —Números primos. (Idem, 1877.)
  15. —Las plazas de Rustschuk y Silistria. (Idem, id.)
  16. —Algunas reformas más indispensables en nuestras plazas de guerra. (Idem, id.)
  17. —Destrucción de un buque de guerra turco. (Idem, id.)
  18. —Voladuras submarinas. (Idem, id.)
  19. —Torpedos. (Idem, id.)
  20. —Torpedos o minas hidráulicas. (Idem, id.)
  21. —Experiencias sobre torpedos en Rusia. (Idem, id.)
  22. —Real orden del 18 de noviembre aclaratorio de los Reales decretos de 23 de abril y 6 de septiembre últimos, relativos a la instalación de líneas de torpedos. (Idem, 1878.)
  23. —Experiencias sobre torpedos hechas en Cádiz. (Idem, id.)
  24. —La estadística geográfica y sus aplicaciones. (En Revista de Asturias, Oviedo, 1878; números 22 y 26.)
  25. — Tres teoremas de la cinemática de Bour. (En Memorial de Ingenieros del Ejército, Madrid, 1879.)
  26. —Camión y vagón de corredera, sistema Polacci. (Idem, id.)
  27. —Ferrocarril portátil. (Idem, ídem.)
  28. —Real orden de 19 de abril de 1879, aclarando la intervención que en el servicio de torpedos corresponde a la Marina, Artillería e Ingenieros. (Idem, id.)
  29. —ferrocarril aéreo en Berlín. (Idem, 1880.)
  30. —Fortificaciones en las cosías del Báltico. (Idem, id.)
  31. —Simulacro de ataque y defensa del fuerte Moukton. (Idem, ídem.)
  32. —Pruebas para la admisión de carriles en Alemania. (Idem, 1881.)
  33. —Tren de marcha continua. (Idem, id.)
  34. —La Liga agraria en Irlanda. (En Revista de Asturias, Oviedo, 1881.)
  35. —Conversaciones científicas. (En ídem, números 13, 15 y 19 de 1881 y 11, 12, 14 y 15 de 1882.)
  36. —Posibilidad racional y práctica de prescindir de las quintas en el Ejército español. (Idem, 1882; números 6 al 10.)
  37. —Locomotora eléctrico d e Mr. Clavis-Dupuy. (En Memorial de Ingenieros del Ejército, Madrid, 1882.)
  38. —Ferrocarriles del Pirineo Central. (Idem, id.)
  39. —Hierros angulares. (Idem, 1883.)
  40. —Hierros sometidos a la flexión. (Idem, id.)
  41. —Una teoría de Aritmética. (ídem, 1884.)
  42. —Locomotora monstruo. (Idem, id.)
  43. —Una visita a la Fábrica de Trubia. (En Revista de Asturias, Oviedo, 1887; tomo II.)
  44. —Trazado de la elipse y de la hipérbole por puntos. (En Memorial de Ingenieros del Ejército, Madrid, 1888.)
  45. —Los cañones neumáticos. (Idem, id.)
  46. —Ensayo del puente portátil del teniente coronel Martille por las tropas de ferrocarriles del Ejército francós. (Ídem, 1889.)
  47. —Las tropas de ferrocarriles en las empresas particulares. (Idem, id.)
  48. —Sobre ferrocarriles militares. (Idem, id.)
  49. —Reglamento para la administración y explotación del real ferrocarril militar prusiano. (Idem, 1890.)
  50. —Páginas castrenses. (En La España Moderna, Madrid, febrero de 1890; tomo XIV.)
  51. —¿Por qué está descontento el Ejército? (Idem, abril de 1890; tomo XVI.)
  52. —La dominación española en Mindanao. (En el Boletín de la Sociedad Geográfica, Madrid, 1895; conferencia pronunciada en esa institución; reproducida por el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, números 424 y 427.)
  53. —La cuestión de Marruecos. (En Nuestro Tiempo, Madrid, noviembre de 1901.)
  54. —La última reforma del Ejército mexicano. (Idem, abril 1902.)
  55. —Afirmaciones para un programa de política internacional. (Idem, octubre de 1902.)
  56. —Marruecos: Los dos “status quibus”. (Idem, enero de 1903.)
  57. —El presupuesto de paz. (Idem, octubre y noviembre de 1903.)
  58. —La opinión y la defensa nacional. (Idem, mayo de 1904; conferencia en el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial, de Madrid, tomada taquigráficamente.)
  59. —El viaje de la escuadra americana. (Idem, enero de 1908.)

Referencias biográficas:

Balbín de Unquera (Antonio).— Biografía: D. Jenaro Alas. (En Asturias, órgano del Centro Asturiano, de Madrid, octubre de 1898; reproducido en El Carbayón, Oviedo, 21 del mismo mes y año.)