Periodista contemporáneo, nacido en Teverga, probablemente en 1883. Estudiante en la ciudad natal, abandonó los estudios seducido por la suerte de emigrante y marchó a América. En la capital de Méjico se dedicó al periodismo y trabajó en El Imparcial, El Demócrata y en otros periódicos. Asociado a Ricardo de Alcázar, que dirigía la revista española Rojo y Gualda, colaboró en ella algún tiempo, hasta que pasó a ser de su propiedad en 1918, continuando su publicación después asociado al poeta Alfonso Camín. El haber dado Albuerne a esta revisan carácter germanófilo motivó la inclusión de su nombre en las listas negras formadas en los Estados Unidos con cuantos en América se distinguían como contrarios a este país al hablar o escribir en torno a la Guerra Europea o Mundial (1914-18). Y cuando Albuerne necesitó pasar a esa República en 1919 se le negó la entrada en ella y tardó año y medio en conseguir el acceso. Desde Nueva York colaboró principalmente en el diario Excélsior, de Méjico, con unas crónicas de actualidad bajo el título común de Neoyorquinas. Más tarde pasó a residir a la Argentina, dedicado allí a traducciones del inglés y a las tareas de agente de publicidad.