Pintora contemporánea, especializada en el género conocido por bodegones, a base siempre de fruta, flores y caza, y en el que ha producido obras consideradas como magistrales. Nacida en Gijón hacia el año 1865. Desde muy niña, siete u ocho años, despertó en ella una gran vocación artística, revelada en su constante afición a copiar cuantas estampas caían en sus manos. Advertido esto por su hermano, el general de esos apellidos, que era hombre entendido en pintura, cultivó esa inclinación de Julia con las primeras lecciones, continuadas luego en Madrid, donde ella residió desde muy joven, por el pintor Manuel Ramírez, hasta dominar el difícil arte pictórico.
Es uno de los artistas asturianos que más han concurrido a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en Madrid. En ellas fué varias veces laureada y propuesta para condecoraciones oficiales. Su concurrencia a dichas exposiciones puede reseñarse sucintamente de este modo: 1887, con dos cuadros; 1890, con tres, uno de ellos, Frutas, adquirido por la reina María Cristina; 1892, con cuatro, el titulado En la huerta, premiado con tercera medalla; 1895, con un paisaje de playa y tres bodegones, uno de los cuales, Caza, le valió una tercera medalla; 1897, propuesta para una condecoración; 1899, con un cuadro, El puesto de mi calle, que le conquistó segunda medalla; 1901, con tres lienzos, dos de ellos, estudios de cabezas; 1904, con siete, entre ellos un retrato al pastel de la señorita Saint Cyr, y fué propuesta para otra condecoración; 1906, con cuatro bodegones; 1908, con tres cuadros al óleo y una acuarela; 1910, un bodegón o naturaleza muerta, Caza; 1912, con cuatro cuadros, premiado con otra segunda medalla el titulado Frutas; 1915, con uno, Fruta y caza; 1920, con dos, Uvas y Bodegón; 1924, con dos, titulados Uvas y Naranjas; 1926, con dos: Frutas y Al volver de la compra; 1930, con dos, y 1934, con uno, La compra del dia.
Entre otros premios obtenidos en Exposiciones celebradas en provincias, cuenta una primera medalla en la patrocinada por El Noroeste, en Gijón, el año 1896. Laureada también en la celebrada por el Círculo de Bellas Artes, de Madrid (1903), entidad que posteriormente la ha nombrado Socio de Honor. Concurrió, asimismo, a los Salones de Otoño de Madrid: en 1920, con un paisaje y dos naturalezas muertas, y en 1932, con el cuadro Primavera.
Concurrente también a las Exposiciones de Munich y Berlín, en ambas fueron adquiridas obras suyas para los Museos oficiales de esas dos ciudades.