Pedagogo y matemático ilustre, maestro de varias generaciones de avilesinos, hermano del anterior y el siguiente y menor que ellos en edad. Nacido en Avilés en el año 1846.

Su formación fué más autodidacta que académica, interrumpida por dos breves permanencias en Cuba, país al que emigró movido por el deseo de encontrar facilidades en el desenvolvimiento de la vida. Llegó a poseer una muy extensa cultura, con inclinación especial a las Matemáticas, que se extendía a campos muy ajenos a esta ciencia, como el del arte, particularmente la música, en la que poseía amplios conocimientos. Pero en ciencias matemáticas se le reputaba una gran autoridad.

De vocación pedagógica, a ella consagró toda la actividad y toda la devoción de su larga vida. Al establecer su hermano Cástor en Avilés el Colegio de la Merced en 1867, Domingo ingresó en él como profesor. Algunos años después (1875) se quedaba al frente de dicho Colegio, que habría de dirigir por espacio de cerca de medio siglo, durante cuyo tiempo fueron sus discípulos muchos avilesinos que luego brillaron en los diversos campos del saber, de las profesiones y de los negocios.

Poco después de asumida la dirección de ese colegio de segunda enseñanza, contrajo matrimonio con doña Etelvina Casariego (1876), de cuyo matrimonio descienden algunos pedagogos y escritores reseñados en esta obra, que fueron colaboradores del padre en la enseñanza, hasta sucederle en la dirección del Colegio-Academia.

Al instituirse en Avilés la Escuela de Artes y Oficios (1879), formó parte de su profesorado y también a este centro de enseñanza entregó por espacio de muchos años sus entusiasmos de educador. Para dicha escuela escribió lo único que se conoce de él en volumen: Programa práctico sobre lecciones de Algebra.

Desarrolló también algunas otras actividades de escritor, en sus años de juventud, en los periódicos locales, desde que se fundó el primero (1868), El Eco de Avilés. En ellos publicaba versos y prosas de tendencia festiva y satírica casi siempre, y casi siempre con sus habituales seudónimos K-Melo, Mingo Revulgo y Dogomin, éste, anagrama del nombre de pila.

Ya anciano y retirado de la enseñanza, por iniciativa de sus numerosos discípulos, se le rindió un homenaje en la villa natal, en septiembre de 1922, consistente en la rotulación con su nombre de la plaza que abre delante del edificio de la Escuela de Artes y Oficios, en la que se levantó, para perpetuar su memoria, un monumento, consistente en un busto de bronce sobre basamento de piedra, que fué descubierto solemnemente el día 1º de abril del año siguiente. Poco después, en julio 11 de 1924, dejaba de existir este insigne profesor.

Obras publicadas en volumen:

I.—Programa práctico sobre lecciones de Algebra para la Escuela de Artes y Oficios de Avilés. (Avilés, 1880.)