ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

ALVAREZ ARENAS FERNANDEZ (Domingo).

Ingeniero de Montes que vivió hasta nuestros días y del que, no obstante, sólo podemos ofrecer una información deficiente. Aparte de alguna que otra noticia desperdigada por los periódicos y las que puedan proporcionar los escalafones, nada más hemos podido averiguar de él, ni siquiera rastro de algún familiar que enriqueciera nuestro acopio. En el Archivo del Ministerio de Obras Públicas, dos comunicaciones insignificantes. En el de la Escuela de Ingenieros de Montes, un celador que guarda los papeles vistos por investigadores de siglos venideros.

Nació Álvarez Arenas y Fernández en Corias (Cangas del Narcea) el 9 de diciembre de 1841. Se llamaban sus padres Domingo y Joaquina.

Nada sabemos de él hasta veinte años después (junio de 1861), que ocupa en las oficinas de Obras Públicas de Toledo una plaza de escribiente segundo, y que desempeña hasta que, por motivos de salud, obtiene en febrero del 63 una licencia por dos meses para regresar a Asturias. No se presenta allí al caducar la licencia, y se declara vacante su puesto. Al año siguiente, el 1 de octubre, ingresa en la Escuela de Ingenieros de Montes, y en ella sigue esa carrera, que concluye el 15 de diciembre de 1868. Su ingreso en el Cuerpo al Servicio del Estado tuvo lugar con los estudios de prácticas y pruebas el 15 de septiembre del año anterior.

Comenzó a ejercer la carrera en el distrito forestal de León, del que pasó al de Oviedo. Aquí alcanzó la categoría de ingeniero jefe y con ella pasó al distrito de Ciudad Real en 1879. Más tarde, fué ingeniero-jefe del de Madrid y director general del ramo en el Ministerio de Fomento. fué luego destinado al profesorado de la Escuela de Ingenieros de Montes, y en ella obtuvo el cargo de director el 1 de enero de 1908, que desempeñó hasta su jubilación en 1910. Jubilado, residió en Madrid breve tiempo. Atacado de una enfermedad a la vista que concluyó dejándole casi ciego, vivió los últimos años en el pueblo natal, Corias, con su segunda esposa, doña Pilar García de Trío y Menéndez de Luarca, y en Corias dejó de existir hacia 1920.

La jubilación es buen rastro para quien tenga la fortuna de vencer los obstáculos que se ofrecen en el Archivo de la Dirección General de la Deuda y Clases Pasivas, en el que encontrará, cuando menos, la hoja de servicios al Estado.

Entre otras distinciones oficiales, mereció la de comendador de la orden de Isabel la Católica.

Tampoco de sus actividades de escritor hemos podido reunir noticias extensas. Sabemos que ha colaborado en algunas publicaciones profesionales y que ha editado algunos informes.

Obras publicadas en volumen:

I.—Memoria dirigida a la Dirección General de Instrucción Pública, Agricultura e Industria, sobre repoblación de los montes de Asturias. (Madrid. 1879.)