Hermano de los dos anteriores. Militar retirado, que reside en Oviedo dedicado a la administración de sus intereses.
Nacido el 23 de febrero de 1864 en Oviedo, donde cursó todos los estudios preparatorios para carreras especiales. En 1880 ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, estudios que abandonó para seguir la carrera militar. Siguió ésta en la Academia de Artillería, en la que ingresó el 1 de febrero de 1886 y fue promovido a alférez en julio del año siguiente y a teniente en diciembre del 88.
La mayor parte del tiempo de su servicio al ejército en activo tuvo su residencia en la ciudad natal, donde contrajo matrimonio con la señorita María del Carmen López Villamil, en diciembre de 1891.
Ascendido a capitán por antigüedad en marzo de 1896, pasó en el mes de mayo de ese año a prestar servicios en la Fábrica de Armas de Oviedo, en la que ya había estado destinado una breve temporada en 1889, y en ese destino permaneció hasta que en 1900 pasó a situación de reserva para asumir la gerencia de la Sociedad Industrial Asturiana.
Su gran cariño a la ciudad natal le ha llevado a tomar entusiasta participación en la vida civil, sumándose a iniciativas en favor del progreso material y cultural de Oviedo y actuando de periodista en la prensa local, especialmente en El Correo de Asturias, en la que eran buscados sus escritos, que solía firmar con el seudónimo de Ricardo Ross.
En 1904 volvió al servicio activo con su categoría de capitán de artilleros, con el mismo destino que anteriormente desempeñaba en la citada Fábrica de Armas Portátiles, que dejó al ser ascendido a comandante en 1908, para volver a ella en junio de 1911 hasta agosto de 1918, en que obtuvo el grado a teniente coronel. Aún volvió a dicha Fábrica, después de ascendido a coronel (1922), en julio de 1924, y en la dirección de ella permaneció hasta su pase a situación de reserva en febrero del 26. Al cumplir la edad reglamentaria, en ese mismo mes del año 1928, pasó a situación de retirado con cuarenta y dos años de servicios, en posesión de varias condecoraciones, entre ellas la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar, que ya poseía desde dos años antes. En marzo de 1932 le fué concedida la categoría de general de brigada honorario.
Entre sus valiosas aportaciones al progreso de Oviedo cuentan las prestadas como miembro fundador y presidente de la Sociedad Filarmónica y el Real Automóvil Club. Fué también iniciador del tranvía eléctrico urbano.