Hermano de los dos anteriormente reseñados. Como Plácido, perteneciente a la carrera consular y diplomática. Nacido en Oviedo el 4 de marzo de 1890.
Como todos sus hermanos, recibió la instrucción primaria de sus padres; pero, como todos ellos, por decisión del padre, el célebre sociólogo y catedrático, don Adolfo, acudieron los últimos años de la edad escolar a la escuela pública, cuando esta asistencia a la escuela del estado se consideraba un deshonor en la clase media española. Para ella estaban los colegios particulares de pago.
Comenzó a cursar el bachillerato (1900) como alumno oficial en el Instituto ovetense hasta 1904. Trasladada su familia en este año a Madrid, prosiguió aquí esos estudios en la Institución Libre de Enseñanza, examinándose como alumno libre en el citado Instituto, hasta graduarse de bachiller en junio de 1906. También como alumno libre siguió luego la carrera de leyes en la Universidad de Oviedo, en la que se licenció con un premio extraordinario en 1914. Luego cursó en la Universidad central los estudios del doctorado, graduándose al año siguiente en Derecho.
Prosiguió su preparación para ingresar en carreras oficiales. En 1916 ganó por oposición plaza en el Cuerpo de Abogados del Estado, y años después, enero de 1920, ingresó en la carrera consular.
En sus años de estudiante cultivó el deporte, con especial dedicación al fútbol en equipos que alcanzaron premios de campeonato. Con este motivo fué cronista de deportes en diarios de Avilés y revistas de Madrid y Barcelona, también cultivó, antes y después de concluida la carrera, el periodismo político (1910-1920) en periódicos republicanos de Oviedo, La República y La Región, entre ellos, enviando desde Madrid las colaboraciones.
Su primer destino como cónsul de segunda clase lo desempeñó en Matanzas (Cuba), desde 1920 hasta su traslado con la misma categoría al Ministerio de Estado en 1923. Al año siguiente y con el mismo grado en la carrera fué trasladado a Tánger. En esta ciudad africana permaneció algunos años; en ella constituyó hogar con la señorita María del Rosario Peña, casado en abril de 1925, y en ella nacieron los dos hijos que tiene en la actualidad (1934), Manuel y Adolfo. Dejó el consulado tangerino por traslado como cónsul interventor civil a la población marroquí de Arcila en 1928, de donde pasó como director de intervención civil a Tetuán el año siguiente. En ese mismo año regreso a España. Fué entonces declarado supernumerario en la carrera diplomática y desempeñó, en espera de destino en ella, el de Secretario del Consejo de Energía, organismo del Ministerio de Obras Públicas, hasta 1931.
Al instaurarse en este año la República fue elevado a la categoría de ministro plenipotenciario, y poco después designado (Octubre de 1932) director de Administración en el Ministerio de Estado y secretario del comité de estudios dedicados a la orientación de los nuevos diplomáticos, con algunos de los cuales hizo al extranjero viajes de observación y prácticas. Al mismo tiempo, desempeñó el cargo de secretario del Consejo de Obras Hidráulicas, dependencia del Ministerio de Obras Públicas.
Aunque dotado de gran vocación intelectual hacia las Bellas Artes y a los problemas profesionales, su producción como publicista no es copiosa. En este último aspecto son notables algunos estudios publicados en el Boletín del Centro de Información Comercial que se editaba hace pocos años en el Ministerio de Estado.
Obras publicadas en volumen:
I.—La pintura contemporánea en España (Matanzas, 1922; conferencia)
II.—Economía y legislación extranjera acerca de energía hidroeléctrica, líneas y redes. (Madrid, 1932)