ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

ALVAREZ CASCOS (Godofredo)

Hermano de César y Alfredo. Como éste, ingeniero de Caminos, canales y puertos y escritor sobre temas relacionados con su profesión. Nacido en Luarca el 17 de enero de 1843. Estudió las carreras de Derecho y de Ingeniero de Caminos. Ingresó en este Cuerpo al servicio del Estado el 1 de octubre de 1868.

Desarrolló sus actividades de ingeniero con brillantez, desempeñando cargos de diversos distritos, con las categorías correspondientes, incluso la de ingeniero-jefe.

Dos fueron los distritos que más provecho han tenido de su inteligencia y pericia, y en los que ha dejado más motivos para que se recuerde su memoria de ingeniero-jefe: Los de Lugo y Asturias.

“Toda la provincia de Lugo – nos ha dicho don Antonio Ochoa, abogado y escritor en Luarca – está llena de gratos recuerdos de nuestro ilustre paisano, al que se confirieron comisiones especiales de estudio, proyecto y dirección de obras como la carretera de Vegadeo- A Fonsagrada por la Garganta, de Lugo a Ribadeo por Meira, y otras. A estas dos importantísimas vías se debe el incremento que formaron el comercio y mercado de Vegadeo, hasta entonces paralizados. El puerto de Ribadeo fue asimismo materia a la que dedicó gran cariño, y su proyectado Dique de las Carrayas y dragado de la ría es obra de consulta para cuantos tienen algo que ver con el aún no resuelto problema, el más grave para los cuatro importantes pueblos limítrofes”.

No menos cariño y entusiasmo puso en lo concerniente a planos y ejecución de obras públicas en Asturias, algunas de las cuales le llevaron a sostener extensas campañas de prensa en los periódicos regionales y a tomarlas como tema de las reglamentarias memorias anuales que él, por excepción entre ingenieros, no dejaba de enviar puntualmente al Ministerio. Entre otros asuntos desarrollados en esas memorias, cuenta un acabado estudio de aprovechamiento de la Concha de Artedo para ser habilitada como un gran puerto, el más amplio y seguro del Cantábrico.

Tuvo para él preferente atención el occidente asturiano, todavía dotado de escasas y deficientes comunicaciones, que él se las buscaba hacia la región gallega, principalmente. El tantos años discutido, y todavía sin acabada ejecución, ferrocarril de la costa desde Ferrol a Gijón, tuvo en su pluma y en sus actividades ingenieras grandes fervores de entusiasmo. “Singularmente – dice el citado Ochoa – el paso del Eo por el puente que él llamó de los Santos (San Román de Figueras y San Roque de Ribadeo), le interesó hasta el extremo de compilar los principales trabajos publicados acerca de esta obra en un curioso libro difundido graciosa y profusamente y que es casi un tratado de ferrocarriles, escrito con sal y pimienta” (Numero III).

Don Godofredo Álvarez Cascos residió lo mejor de su vida en la villa natal, casado con su sobrina doña Prima, de los mismos apellidos, hermana de Don Félix, incluido también en este índice. Su gran amor a la villa de nacimiento ha dejado patentes pruebas en proyectos de progreso material y moral, ya ejecutados, entre los que el señor Ochoa enumera “la Electra del Esva, el Hospital-Asilo, las Escuelas graduadas, el Puente travesía, la carretera del Faro y el dique de la Llera”.

Hombre de virtudes concentradas en mejorar las condiciones de vida de los humildes, de los que fue ardoroso defensor, desplegó actividades de escritor, como periodista y de ingeniero con informes a la Dirección General de Obras Públicas, a fin de introducir mejoras en el puerto de Luarca, con el deseo, principalmente, de favorecer a los pescadores en su trabajo duro y amenazado de riesgos.

Cuenta también en sus méritos de Ingeniero que sea suya la idea de adoptar el plano fotográfico en estudios y trabajos catastrales, iniciativa que sólo encontró eco por entonces en la Argentina, y que España ha venido a utilizar muy posteriormente, con positivo provecho.

“Su extraordinaria actividad y el amor al hogar – anota el citado señor Ochoa – le obligaron prematuramente a solicitar la jubilación. El fallecimiento de su hijo Pepe, alumno destacado de la Escuela de Caminos, le afligió en gran manera, limitándose desde entonces a la intimidad de la familia.

“Se le propuso repetidamente que aceptara representaciones parlamentarias; pero las rechazó siempre, porque su carácter rectilíneo no se avenía con las complacencias y acomodamientos de la política, resolución en que acaso haya influido análoga actitud de su gran amigo don Alejandrino Menéndez de Luarca, siendo lamentable que ambos no participaran en la vida pública. Era filántropo, católico, cumplido caballero, buen ciudadano y demócrata práctico”.

Jubilado con la categoría de inspector general del Cuerpo, dejó de existir en la villa natal el 12 de noviembre de 1926.

Obras publicadas en volumen:

I.— División judicial de la provincia de Oviedo en quince partidos judiciales. (Luarca, 1892; folleto en 8ª)

II.— División judicial de la provincia de Lugo.

III.— Ferrocarril de Ferrol a Gijón: Información recogida sobre el terreno. (Luarca, 1905.)