Nacido en Cudillero el 1 de julio de 1897. Casado allí el 21 de febrero de 1921 con una hija del escritor Agustín Bravo, Elvira, a la que, por mediación de don Robustiano Marqués, debemos interesantes noticias del padre y del esposo. Fallecido en la mencionada villa natal el 12 de junio de 1932, a los treinta y cinco años incumplidos.

Desde muchacho dió pruebas de un excelente temperamento artístico en diversas manifestaciones; pero sin medios económicos para cultivar esas facultades, hubo de contentarse con la propia intuición y las lecturas que, desordenadamente, llegaron a sus manos. Situado en un medio ambiente y circunstancias de vida más propicios, habría brillado hasta dejar perdurable huella de su vida.

La declamación fué el primer indicio, en los años infantiles, del espíritu artístico que poseía. Más tarde, habría de ser en la villa natal centro de cuantas iniciativas surgieran entre los jóvenes aficionados al arte dramático. La música y el canto fueron a la vez otras dos manifestaciones suyas de artista. Llegó a tocar de oído piano, guitarra y bandurria y hasta se permitió ensayos afortunados de violín. Poseía un timbre de voz melodioso y su vocación al canto le llevó a organizar un orfeón local, que alcanzó algunos éxitos. También cultivó con acierto el dibujo y la pintura. Aunque no le favorecía para esto su cortedad de vista, llegó a ejecutar algunas obras notables a lápiz y al óleo, sin otros maestros que su entendimiento y su inspiración. Por último, cultivó las letras con muestras de sensibilidad e ingenio poco frecuentes. Fué poeta y prosista de tendencias democráticas y humorísticas. Ha dejado corta producción, y ésta desperdigada por los periódicos regionales.

Sus composiciones poéticas, entre las que abundan los sonetos, forma predilecta de su numen, han sido publicadas principalmente en los periódicos comarcanos Pravia, Brisas del Nalón y Sol de Pravia, editados todos en la villa de este nombre. Sus crónicas periodísticas se publicaron en los diarios ovetenses El Carbayón (del que fué corresponsal literario algún tiempo) y posteriormente en Avance, y en el diario Gijonés El Noroeste. También colaboró en El Progreso de Asturias, de la Habana.

A él se debe la iniciativa del monumento erigido en El Pito (Cudillero), en agosto de 1929, a los beneméritos hermanos Selgas, por suscripción popular.