ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

ALVAREZ VALDES (Ramón).

Jurisconsulto y publicista, competentísimo en ambas cosas, que brilló en la primera mitad del siglo XIX. La perdurabilidad de su recuerdo la conquistó con el libro Memorias del levantamiento de Asturias en 1808, de cuyos sucesos fué testigo. “No sólo refiere minuciosamente— dice Fuertes Acevedo—aquellos acontecimientos, sino que, en cierto modo, los estudia y hasta cierto punto los analiza, campeando en todo su relato la más ingenua sinceridad y la más fiel exposición de cuanto ocurrió en aquella lucha extraordinaria.” Se puede añadir a esto su notable belleza literaria por la sobriedad y sencillez de exposición. Probablemente este libro, en lo que se refiere a la historia regional, como el del conde de Toreno en cuanto a la nacional, sea uno de los más bellos y verídicos que se han escrito con pluma española sobre ese periodo histórico. Como permaneció mucho tiempo inédito, ha sido libro saqueado por muchos que escribieron después sobre lo mismo, pero sin mejorar la magistral sencillez de estilo ni fortalecer la autenticidad de los sucesos. Fué un acierto que la Diputación provincial haya publicado esta obra inédita de Álvarez Valdés, de las más meritorias en la bibliografía histórica de Asturias.

Circula el nombre de esta personalidad frecuentemente con los apellidos invertidos: Valdés Álvarez. Tal vez el origen de esto fue un lapsus de Fuertes Acevedo en Biblioteca de escritores asturianos, repetido luego en su Bosquejo del estado que alcanzó la literatura en Asturias en todos los tiempos. Dicho error fue tomado luego sin análisis por otros, entre ellos Fermín Canella y Secades. El mismo Fuertes Acevedo le nombra correctamente en trabajos posteriores. Otro error circula también sobre la fecha de nacimiento, anotado equivocadamente por Fuertes Acevedo en el Bosquejo como ocurrido en el año 1786, si bien en el estudio suyo que figura al frente de la obra citada de Álvarez Valdés, Memorias, publicado con posterioridad, anota la fecha exacta.

Nació Ramón Álvarez Valdés en Oviedo el 17 de noviembre de 1787, hijo de don Diego de esos apellidos, escribano de la Audiencia, y de doña Rafaela de la Riva.

Cursó en la Universidad de Oviedo la segunda enseñanza en la Facultad de Filosofía, y, a punto de concluir los estudios de la Facultad de Jurisprudencia, le interrumpió la carrera el cierre de la Universidad con motivo de la invasión francesa. Reanudados luego, fué investido de licenciado el 13 de octubre de 1813. Semanas después, el 25 de noviembre, quedaba incorporado al Colegio de Abogados de Oviedo tras brillantes ejercicios. Su competencia de jurisconsulto le conquistó rápidamente un puesto relevante en el foro ovetense, mientras su extensa cultura en diversas materias le cimentaba una notoria personalidad en otras actividades.

Entre otros cargos representativos, en esa primera época de su vida, tuvo el de sustituto de don Manuel Polledo Cueto, por Noreña, a la Junta General del Principado para el trienio 1815-18. En 1820 le fueron conferidos los destinos de procurador síndico del Ayuntamiento de Oviedo y de abogado asesor de esa Comandancia militar.

Hombre de ideología liberal en política, “era el señor Álvarez Valdés—dice Fuertes Acevedo—, y así lo demuestra en todos sus escritos, admirador y entusiasta de las Cortes de Cádiz y, como tal, acérrimo partidario del régimen constitucional’’. Por lo mismo, mientras duró este sistema político (1820-23), fué de las personalidades ovetenses más significadas en el sostenimiento de esa situación.

Al ser instaurado de nuevo por Fernando VII el absolutismo en 1823, seguido de persecuciones y y atropellos de todas clases, Álvarez Valdés se encontró perseguido por sus actividades de carácter liberal y, acusado de graves delitos cometidos en su cargo de procurador síndico del Ayuntamiento, fué encarcelado y sujeto a proceso con petición de pena de muerte por el fiscal. Sufrió en la cárcel toda suerte de vejámenes y atropellos, hasta que el 9 de marzo de 1824, al celebrarse la vista de la causa en la Audiencia, salió libremente absuelto, defendido por sí mismo con pruebas incontrovertibles que destruyeron las inculpaciones que pretendían empañar su probidad y prestigio. La justicia, que es ciega, se presenta tuerta en todo tiempo cuando lo quieren las pasiones políticas.

Dolorido y amargado por ese atropello, adoptó una actitud pasiva frente a las luchas de la vida pública, dedicado casi en absoluto a sus actividades de abogado. Sin embargo, con la muerte de Fernando VIl y la restauración del régimen constitucional, en 1833, sintió renacer sus entusiamos políticos y volvió a la lucha con nuevos bríos. Fué entonces electo alcalde presidente del Ayuntamiento, cargo que desempeñó en otras ocasiones, en todas las cuales confirmó su capacidad, honestidad y amor a la justicia. A la vez, su prestigio en el foro le llevó a ocupar desde ese año hasta 1852, en diferentes veces, el puesto de decano del Colegio de Abogados.

Sus actividades intelectuales, renacidas entonces, contribuyeron asimismo a robustecer su descollante personalidad. La Academia de la Historia premió sus méritos con el nombramiento de académico correspondiente el 11 de septiembre de 1835, como trabajador en investigaciones históricas. Su entusiasmo por cuanto propendiera al bienestar y adelanto de Oviedo y la región le abrieron las puertas de la Sociedad Económica de Amigos del País, de la que fué presidente en varias ocasiones, y a cuyo auge contribuyó por todos los medios, uno de ellos, frecuentes conferencias sobre materias económicas y otros aspectos de la vida social. Sus reputados conocimientos en este sentido le valieron la cátedra de Economía Política de la Universidad, que desempeñó algún tiempo, mientras su autoridad jurídica le conquistó el cargo de magistrado suplente de la Audiencia territorial.

Fallecido en Oviedo el 11 de octubre de 1858, a los setenta y un años de edad.

Ha dejado algunos informes jurídicos acreditados de magistrales. 

Es una de tantas personalidades que esperan se recuerde su memoria públicamente, siquiera desde una modesta esquina.

Obras publicadas en volumen:

I.—Discurso que en la junta de distribución de premios celebrada por la Sociedad Económica de Oviedo el día 2 de mayo de 1843 pronunció su presidente, don… (Oviedo, 1843.)

II.—Memorias sobre el levantamiento del Principado de Asturias en el mes de mayo de 1808. (Oviedo, 1899; obra póstuma publicada por la Diputación Provincial, con prólogo de don Máximo Fuertes Acevedo; reproducida antes parcialmente por El Faro Asturiano, de Oviedo, en mayo de 1864.)

Trabajos sin formar volumen: 

1.—Informe sobre la causa eclesiástica… (En la obra anónima La causa eclesiástica de Oviedo sobre desprecio y violación de censura impuesta a varios canónigos y capellanes de la Santa Iglesia Catedral, por rebeldes, por el señor don José Joaquín Pérez Necochea, vicario capitular, Madrid, 1840.)

Referencias biográficas: 

Fuertes Acevedo (Máximo).— Noticias biográficas del autor. (Al frente de la obra póstuma de Álvarez Valdés, Memorias del levantamiento del Principado de Asturias en el mes de mayo de 1808, Oviedo, 1889.)