Ingeniero industrial, escritor y político contemporáneo, nacido en Gijón el 7 de marzo de 1880, hijo del también ingeniero industrial — instalador de la primera fábrica de luz eléctrica y constructor del primer automóvil en España — don Victoriano Alvargonzález y Suárez Zarracina y doña Margarita Lanquine.
Después de cursados en la villa natal los estudios de primera y segunda enseñanza hasta graduarse de bachiller en el Instituto de Jovellanos, llevado de su vocación a los matemáticos y mecánicos, siguió la carrera de ingeniero industrial, que ha venido ejerciendo en empresas propias y ajenas.
Sus primeras actividades de ingeniero las ha desarrollado en Gijón, lugar de su residencia habitual, casado en julio de 1909 con doña Concha Cortés y Carriedo. Allí comenzó a trabajar como armador y constructor de buques de pesca y fundó en el inmediato lugar de Jove, en 1917, unos talleres dedicados a la construcción de máquinas marinas. La elección de presidente, un año después, del Sindicato Patronal Metalúrgico, de Gijón, fué como una pública confirmación de su personalidad en el mundo de los negocios.
Desde muy joven comenzó a compartir estas actividades prácticas con las teóricas de escritor, sobre temas afines, en revistas técnicas y especiales y también en diferentes periódicos de la provincia. A la vez, desarrolló actuaciones de conferenciante, siempre sobre temas de vulgarización.
En 1919 fué nombrado director gerente de los Astilleros de Pasajes (Guipúzcoa), al frente de los cuales estuvo algún tiempo, y regresó nuevamente a la villa natal, donde ocupó el cargo, en 1923, de secretario de la Federación Patronal. Por entonces inicia una campaña intensa en los periódicos y como conferenciante con el proyecto de que se celebrara todos los años en Gijón una Feria de Muestras, y consigue formar un comité (1924) que propulse la idea, del cual es nombrado secretario general. Ese proyecto es llevado a la realidad y durante varios años se celebra con éxito la Feria de Muestras en el parque de los Campos Elíseos, de dicha villa, extendiendo luego esa Exposición de productos agrícolas e industriales al ganado vacuno. Esta iniciativa de Alvargonzález le dio una relevante personalidad, que encontró eficaces apoyos del gobierno dictatorial establecido por el general Primo de Rivera. A la vez, sus actividades se extienden más que anteriormente al campo de la política desde su cargo de diputado provincial, nombrado en 1924.
El gobierno de Primo de Rivera le confía en 1925 la concurrencia de Asturias a la Exposición Internacional de la Hulla Blanca y del Turismo celebrada en Grenoble (Francia), y al año siguiente le encomienda la explotación de la Exposición Iberoamericana, de Sevilla, que se celebró en 1929. En esa ciudad de su residencia eventual fué elevado a la presidencia del Centro Asturiano en ella establecido. También obtiene del mismo Gobierno que se le incluya en la comisión oficial destinada a visitar la Exposición de Filadelfia (Estados Unidos), y el nombramiento de comisario general de España en las Exposiciones Internacionales (1929) de Lieja y Amberes, en Bélgica. Todas estas importantes actividades le dan posesión de algunos galardones. El Gobierno español le concede la categoría de jefe de Administración de primera clase; el de Francia, la de Caballero de la Legión de Honor, y el de Bélgica, la de Caballero de la Orden de Leopoldo.
Elemento destacado en la villa natal y en Asturias entre las fuerzas políticas no republicanas, fué electo diputado a las primeras Cortes ordinarias de la República, en noviembre de 1933, en candidatura de conjunción con el partido republicano liberal demócrata, acaudillado por Melquíades Álvarez.
Desde febrero de ese mismo año figura como presidente del comité local de Acción Popular y jefe provincial de organización y propaganda de esas fuerzas de derecha política.
Una grave enfermedad a la vista ha venido a dejar casi totalmente ciego en estos últimos años a Romualdo Alvargonzález.
Víctima de la revolución popular producida al iniciarse el Movimiento Nacional, fue recluido en la iglesia de San José, en Gijón, convertida en cárcel de donde fue sacado con otros y fusilados en la noche del 14 de agosto de 1936.
Obras publicadas en volumen:
I.—Notas para la historia de la navegación Gijonesa desde 1860 hasta nuestros días. (Gijón, 1919; conferencia.)
II.—La afición a la Naturaleza. (Gijón, 1924; conferencia.)
III. — Asturias como centro de relaciones comerciales con América. (Barcelona, 1925; conferencia.)
IV. —El problema hullero de Asturias. (Oviedo, 1927; colección de artículos.)
V. —Sobre la Exposición Iberoamericana de Sevilla. (Sevilla, 1928; conferencia.)