Abogado y periodista de mérito y extensa reputación, en lo primero como civilista, y en lo segundo, como defensor infatigable de toda causa de interés colectivo, con pluma ilustrada y valiente. Padre del también escritor asturiano Julio Argüelles Infiesta, ya reseñado.
Nació Argüelles Piedra en Oviedo el 28 de mayo de 1843, descendiente de don José Eulogio de Argüelles, que fué director de la Fabrica de Tabacos de Gijón, y de doña Emilia Piedra de la Vallina.
Cursados los estudios de segunda enseñanza desde 1855 hasta graduarse de bachiller en Artes el 19 de junio de 1863, ingresó en la Universidad ovetense, donde siguió la Facultad de Filosofía y Letras, en la que obtuvo el grado de bachiller el 12 de junio del 67, con calificación de sobresaliente, y la de Derecho, graduándose de licenciado en Derecho Civil y Canónico el 12 de mayo de 1869. Concluida la carrera, abrió en la ciudad natal bufete de abogado, que supo acreditar con su intervención en el foro, especialmente, en asuntos civiles, así como en la limpieza de procedimientos de las causas que aceptaba, que sólo eran las que estimaba justas.
A la vez, desarrolló actividades políticas como republicano en campañas de propaganda y organización, y como periodista en publicaciones democráticas Ovetenses, frecuentemente con el seudónimo de Gea-Rusell, anagrama del primer apellido. Ha fundado y dirigido algunos periódicos, casi todos de corta vida, y casi siempre sin cooperación de nadie, ni siquiera de colaboradores. Cuenta entre ellos el Boletín de la Liga de Contribuyentes, órgano de esa entidad que se publicaba gratuitamente y una vez, cuando menos, al mes, desde su fundación en el mes de marzo de 1878. Lo redactaba él íntegramente y fué un denodado paladín de los intereses que defendía, al punto de valerle un proceso y la suspensión del periódico. Otras publicaciones por él fundadas y dirigidas fueron Agua y La Antorcha, redactado éste con su hijo Julio. Siempre estuvo su pluma pronta a la defensa de toda causa justa al servicio de los intereses legítimos de Oviedo y de Asturias, en franca lucha contra el caciquismo y cuanto suponía mangoneo político. Una de sus campañas más memorables la desarrolló con motivo de la modificación introducida por el ingeniero Donón en el trazado del ferrocarril en Pajares, amparada la empresa por los hermanos Pidal y Mon y otros políticos conservadores dueños de la situación política en Asturias. Argüelles Piedra fué entonces, con Lino J. Palacio y otros, uno de los principales promovedores y el cronista (número Il) de la asamblea y manifestación regionales de protesta llevadas a cabo en Oviedo el 27 de marzo de 1881.
Otra campaña notable, seguida de su desarrollo Practico, la Ilevó a efecto como fundador de una Sociedad Cooperativa que se proponía resolver el problema de la vienda cara, y que apenas llego a funcionar, por la falta de acogida de parte de quienes pudieran resultar beneficiados. En Oviedo, donde residió toda su vida con hogar propio formado en matrimonio (1884) con doña Rita Infiesta Rodríguez, fué persona muy respetada y querida por su conducta de hombre recto y bondadoso, al servicio de la que puso cuanto valía y representaba. “Fué concejal—nos ha dicho su hijo Julio—del Ayuntamiento en dos etapas: una, en plena madurez, en 1884, y otra, en las casi postrimerías de su vida, en las que aún conservaba el temple de hidalga raza española, renunciando en esta ultima a su acta en plena sesión municipal, en el acto mismo en que se ponía a votación y era aprobada la cesión o arriendo por veinte años, en unas condiciones leoninas para el Ayuntamiento, el Teatro Campoamor, a la Sociedad Filarmónica Ovetense (que él mismo había iniciado en 1884), a cambio de un puñado de pesetas que esta anticipaba, y que habían de dedicarse única y exclusivamente a una mejora urbana de asfaltado de tres o cuatro calles céntricas. Combatió la traída de aguas, en cuanto a la forma administrativa de realizar las obras, mediante la pignoración del arbitrio creado para este servicio a la empresa explotadora, en Sociedad Ovetense, que intervino la recaudación durante muchos años. Realizó una campaña tenaz y constante. Incluso recurriendo ante el Tribunal de lo Contencioso, contra el arbitrio de alcantarillado. Por considerarlo injusto e ilegal, siguiéndole en ella una mayoría considerable de propietarios y vecinos de Oviedo; perdió el recurso, más por caciquismo e ilegalidad que por equidad jurídica, al punto de recordarse la siguiente anécdota, acaecida una noche de estreno en los pasillos del Teatro Campoamor: Al preguntarle una personalidad destacada en la política liberal de entonces al gobernador civil, don Evasio Rodríguez Blanco, si éste había fallado ya el recurso sobre alcantarillado del señor Argüelles Piedra, contestó afirmativamente, añadiendo que el recurrente tenia en tal asunto la razón y el derecho, pero que las presiones políticas de las alturas le habían obligado a desestimarlo por improcedente e ilegal.” También desempeñó el cargo de juez municipal en dos ocasiones: en 1888 y en 1894, y en ambas dejó recuerdo de hombre pundonoroso. Y ha prestado su entusiasta concurso a instituciones locales de cultura y progreso, entre ellas la Sociedad Económica de Amigos del País, de la que fué miembro distinguido.
Ha dejado de existir en la ciudad natal el 14 de agosto de 1920.
Obras publicadas en volumen:
I.—Estatutos de la Unión Ovetense. (Oviedo, 1880.)
II.—El 27 de marzo de 1881: Crónica de la manifestación provincial contra la bajada de Pajares. (Oviedo, 1881; folleto.)