ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

ARIAS RODRIGUEZ (David)

Abogado y poeta contemporáneo, hijo del anterior y doña Isabel Rodríguez del Valle, nacido en Avilés el 20 de enero de 1890.

Hechos los estudios elementales de primera enseñanza, su vocación estaba decidida por la carrera de abogado, quizá solo por cariño al padre, a quien quería imitar, y con este propósito emprendió el bachillerato asistente al Colegio de la Merced, de Avilés, dirigido por don Domingo Álvarez Acebal, con exámenes en el Instituto de Oviedo, en el que obtuvo el grado de bachiller en 1906. Se trasladó luego a Oviedo, en cuya universidad estudió la licenciatura en Derecho, titulo de que fué investido con premio extraordinario en 1911. Seguidamente pasó a Madrid a cursar los estudios del doctorado, que aprobó, pero del cual no le fué dado el titulo correspondiente por no haber presentado la memoria reglamentaria.

Al año siguiente (1913) se matriculó como abogado en Avilés, trabajando primeramente en el bufete del padre y luego solo, constituyendo esta profesión base principal y casi exclusiva de su vida, unida desde junio de 1920 en matrimonio a doña Rita Fernández González, únicamente desempeñó como destino remunerado, por espacio de tres meses en 1919, el de inspector de Abastos.

Su vocación de poeta data de sus años de estudiante de bachillerato con poesías que eran el estímulo y a la admiración de cuantos fuimos condiscípulos suyos, que reconocíamos en él una inspiración que nos faltaba a los demás. Esos primeros brotes poéticos no alcanzaron la publicidad; pero aún no era bachiller cuando ya en el semanario local republicano La Verdad despertó las primeras admiraciones de poeta delicado y tierno, que acredito su seudónimo de Anemos. Con la poesía alternó la prosa de cronista y cuentista acertadamente también, y algo después, con brillantes actuaciones de conferenciante. Estudiante de Derecho, recogió uno de sus primeros escritos en prosa la publicación universitaria Anales de la Universidad de Oviedo (1908-10). Escribió entonces y después de concluida la carrera en otros varios periódicos locales y ovetenses, con mayor asiduidad en La Voz de Avilés, desde su fundación en 1907 hasta los primeros tiempos del Progreso de Asturias, de esa villa. La revista anual El Bollo se ha avalorado también con poesías suyas. Esos méritos de poeta encontraron una especie de consagración en los Juegos Florales celebrados en Avilés (verano de 1913) en los que le fue otorgado un segundo premio por una composición que si a juicio del jurado calificador merecido ese galardón, a juicio de cuantos conocen las poesías premiadas era la suya acreedora al primer premio.

La política, militante en las filas del Partido Reformista acaudillado por Melquíades Álvarez y dirigido en Avilés por el diputado don José Manuel Pedregal (1907-23), acabó por alejarle casi por completo de las letras a partir de 1918, en que fué electo concejal del ayuntamiento avilesino (1 de enero). Desde entonces en muy contadas ocasiones ha vuelto a escribir para el público, tanto en prosa como en verso. En abril de 1920 fué nombrado primer teniente alcalde, y electo alcalde en abril del 22, quedó destituido del cargo por la dictadura implantada en septiembre de 1923 por el general don Miguel Primo de Rivera. Caído este régimen, se le repuso en el cargo el 25 de Marzo de 1930. En diciembre de ese mismo año, con motivo del frustrado asalto al poder de los republicanos, fue detenido, conducido preso a Oviedo y procesado, acusado de haber intentado proclamar la República en Avilés, acusación desprovista totalmente de fundamento.

No obstante, estuvo preso en Oviedo durante doce días en la cárcel Modelo y puesto luego en libertad provisional con residencia obligatoria en esa ciudad, destierro en que permaneció dos o tres semanas. Vuelto a ocupar la alcaldía, la continuo desempeñando hasta 1934.

Últimamente, al finalizar el año 1935, ha resurgido a las letras, nada menos que con una novela llena de interés y emoción, que se anota seguidamente.

Obras publicadas en volumen:

I.—Después del gas. (Madrid, 1935; novela.)