Escritor ingenioso y festivo del siglo XIX, con los apellidos Martínez Coello en segundo término.

Nacido en Oviedo. Nada sabemos de su vida, ni siquiera de la fecha de nacimiento — seguramente no ocurrido después de 1840 — hasta que le encontramos electo diputado provincial por Laviana después de la revolución de septiembre de 1868, cargo al que renunció.

Probablemente residía entonces ya en Gijón, donde vivió la mayor parte de su vida, al punto de que se le considere Gijonés de origen. En esa villa comenzó a cultivar las letras como corresponsal de El Eco de Asturias, fundado en Oviedo en 1868. Años después conquistaba la simpatía y el aplauso de los Gijoneses como cronista festivo con el seudónimo de Saira desde las columnas de La Opinión, periódico fundado en esa villa en 1878. Más tarde colaboró en el periódico festivo El Gallo (1885) y fundó y dirigió en ese mismo año La Voz de Gijón, ambos bisemanales.

Parece que en su trato no era menos expansivo y jocoso que con la pluma. Se cuenta como anécdota suya que al ver en el Santuario de Covadonga un álbum de autógrafos entre los que abundaba el apellido Jovellanos de personas a quienes no correspondía, firmó de este modo: Nicanor Arias… casi Jovellanos.

En el mismo año de su fallecimiento se imprimió en un volumen una selección de sus crónicas. Fallecido en enero de 1890.

Obras publicadas en volumen: 

1.—Cuadros de costumbres. (Gijón, 1890; artículos de costumbres publicados antes en La Opinión.)