ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

AZA (Fr. José Pio).

Religioso dominico (y no agustino, como anota la Enciclopedia Espasa) y escritor contemporáneo.

Residente en las misiones dominicanas del Perú desde hace unos treinta años. Ha publicado interesantes trabajos sobre la vida y la lengua de los aborígenes. “Es el primer hombre que ha escrito sobre estos temas y estas realidades — dice el P. Heredia —. Es el descubridor de una civilización y una cultura étnica y lingüística.”

Nació el P. Aza en Pola de Lena el 12 de junio de 1865. De nativa vocación por la vida religiosa, después de preparado en la villa natal con los estudios elementales, ingresó en el Seminario de Astorga decidido a seguir los estudios eclesiásticos. Cada vez más afirmado en esa inclinación, determinó incorporarse a la Orden de Santo Domingo, de la que tomó el hábito en el convento de Padrón (La Coruña) en 1882 y profesó el 21 de junio del año siguiente. Continuó en la orden los estudios eclesiásticos, Filosofía y Teología, en los Colegios de Corias (Cangas del Narcea) y Caldas de Besaya (Santander), hasta ordenarse sacerdote en el año 1889.

Estuvo luego durante algunos años destinado por sus superiores al profesorado, desempeñando esta ocupación, entre otros colegios, en la Academia de Santo Tomas, de Valladolid, de la que fué regente. Por estos años compartió las tareas de profesor con algunos ejercicios de publicista en publicaciones religiosas, entre ellas, la revista El Santísimo Rosario, editada por los dominicos en Vergara (Guipúzcoa). En 1906 fué destinado, a petición propia, a las misiones dominicanas del Perú.

Nuestro corresponsal sobre personalidades de la Orden de Predicadores, Fr. Paulino Álvarez, nos ha hecho del P. Aza el siguiente panegírico: “Joven de clara inteligencia y entereza de voluntad, hizo con crédito su carrera de Filosofía y Teología y demás ciencias eclesiásticas, prefiriendo a todos los libros de texto las insuperables obras de Santo Tomas. Era muy dado al estudio de la literatura y de la historia y llegó a ser hombre verdaderamente ilustrado. Afanoso e incansable en la lectura, robaba no pocas horas al sueño por abstraerse en sus elucubraciones»

A estas prendas de hombre de estudio se juntaban las morales y sociales. En su presencia no era posible la tristeza o mal humor. Verle a él reír con tanta gracia peculiar suya bastaba para que todos le acompañaran en la risa. Por eso era de todos tan querido. En su pecho se encerraba, además de un corazón jovial y expansivo, un alma noble, valerosa, apostólica, como genuino fraile dominico, y esto lo manifestó cuando la Santa Sede, a fines del siglo pasado (XIX) encomendó a dominicos, franciscanos y agustinos españoles la evangelización de las inmensas selvas del Perú habitadas por tribus salvajes. Entonces se ensanchó el corazón del P. Aza, viendo abrirsele horizontes donde explayar sus ocultas ansias efusivas en busca de almas infieles y bárbaras que ganar para Dios. A principios de este siglo (XX), pidió ser enviado allí con otros animosos compañeros, resuelto a vivir y morir entre aquellas infelices gentes. Así expresamente lo dijo a una hermana suya, de quien fué a despedirse; pues preguntándole ella cuando volvería, contestó, no sin salirsele las lágrimas: Me voy para siempre.” ”No es para dicho —prosigue el P. Álvarez, contemporáneo del biografiado— lo que en aquellas regiones ha trabajado y padecido, expuesto diariamente a peligros de muerte en aquellos frondosos bosques, sin caminos, sin siquiera senderos, moradas de tigres, de tremendas serpientes y encubiertas víboras; navegando por aquellos impetuosos ríos en artísticas canoas (troncos abiertos en canal), donde uno tras otro van pereciendo los misioneros; morando en míseros bohíos hechos de troncos y ramas; alimentándose de batatas y yuca sin condimentación; sin médicos ni medicinas en sus males, y, no obstante todo esto, siempre contento y jovial, sobre todo si logra atraer a un salvaje o bautizar y enviar al cielo a un salvajito.

Siempre estudioso, llevando en el bolsillo una libreta y un lápiz para apuntar nombres y locuciones de aquellas gentes, ha hecho un notable beneficio a las letras dando a conocer el idioma de aquellas tribus, lo cual, junto con la descripción de ríos y regiones no conocidos en geografía, le ha merecido que la Sociedad Geográfica de Lima le contara entre sus más ilustres miembros.

Mientras ha desarrollado sus ocupaciones propias de misionero en las regiones de Urubamba y Madre de Dios, situadas en el extenso territorio conocido por Hoya Amazónica, con residencia en Manu, Maldonado, Chirumbia y Koribeni, donde reside actualmente (1934), ha venido consagrando los máximos esfuerzos y desvelos a estudiar en todos sus aspectos la vida de esas tribus indias, inexploradas científicamente antes.

Fruto de tales estudios es en gran parte la relación de obras en volumen y de trabajos publicados en la revista Misiones Dominicanas del Perú, editada en Lima, unas y otros anotados en el lugar correspondiente. Por uno de esos libros, el vocabulario español-machiguenga, el Municipio de Lima le rindió un homenaje consistente en la entrega de una medalla de oro.

Desde su Ilegada al Perú ha desempeñado dentro de la orden diversos cargos: superior del Santuario de Santa Rosa, de Lima; superior asimismo de las misiones de Maldonado, Koribeni y otras, y vicario provincial de la orden en ese país. Está en posesión del título de predicador general.

En las academias oficiales de Lima ha oficiado como conferenciante sobre temas vulgarizadores de sus especiales conocimientos acerca de la vida y las lenguas de los aborígenes indios.

Obras publicadas en volumen:

I.— Vocabulario español-machiguenga. (Lima, 1923; un tomo en 8.°)

II.—Estudio sobre la lengua machiguenga. (Lima, 1924; un tomo en 8.°)

III.— Vocabulario español-huarayo. (Lima, 1928; un tomo en 4.º; es lo primero que se ha escrito sobre esa lengua.)

IV.—Apuntes para la historia de la Madre de Dios. (Lima, 1928; un tomo en 4.º, con un mapa de las Misiones de Urubamba y Madre de Dios.)

V.— Doctrina Cristiana en machiguenga y español. (Lima, 1933; un tomo en 8.º, con prólogo de fray Sabas Sarasola; es el primer trabajo escrito en esa lengua.)

Trabajos sin formar volumen:

1.— Un documento revelador. (En la revista Misiones Dominicanas del Perú, 1919, año 1.) 

2.—La lengua de los salvajes machiguengas. (En ídem, 1921, año III.)

3.—Extracto de la Memoria: De las Misiones de Santo Domingo de Urubamba y Madre de Dios, correspondiente al año de 1922 y presentado al Ministerio de Justicia. (En ídem, 1923, año V.)

4.—Origen de las tribus salvajes del Amazonas. (En ídem, 1923, año V.)

5.— La tribu machiguenga. (En ídem, 1923, año V.)

6.—Critica de la obra del doctor Farabee “Indian tribes of Eastern Perú»’. (En ídem, 1924, año VI.)

7.—La lengua machiguenga, (En ídem, 1924, año VI.)

8.— Alturas sobre el nivel del mar en el Madre de Dios y Urubamba. (En ídem, 1924, año VI.)

9.—De re philologica. La aglutinación de las lenguas salvajes.(En ídem, 1927, año IX.)

10.— Hidrografía del Departamento del Madre de Dios. (En ídem, 1927, año IX.)

11.— Folklore de los Salvajes machiguengas. (En ídem, 1927, año IX.)

12.— La tribu huaraya. (En ídem, 1930, año XII.)

13.— Lenguas de civilizados y salvajes. (En ídem, 1930, año XII.)

14.—El género gramatical en las lenguas salvajes, (En ídem, 1930, año XII.)

15.—El verbo en las lenguas cultas y en las lenguas Salvajes, (En ídem, 1931, año XIII.)

16.—La tribu huaraya: Su lengua. (En ídem, 1932, año XIV.)

17.—La tribu arasairi y su idioma. (En ídem, 1933, año XV.)

18. — Vocabulario arasairi mashco. (En ídem, 1935; año XVII; en publicación.)

Referencias biográficas:

Sarasola (Fr. Sabas).— Introducción a la obra del P. Aza Doctrina Cristiana en machiguenga y español. (Lima, 1933.)