ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

AZNAR (Claudio).

Hermano del anterior, como él, médico y publicista, hijo de don Francisco Aznar, que fué médico de Sanidad de Puertos, y doña Mercedes González y Menéndez, ambos asturianos y muchos años vecinos de Avilés, con temporadas en Muros del Nalón, donde nació Claudio Aznar el 10 de mayo de 1890.

Hasta los nueve años y medio no recibió instrucción de ninguna clase; pero del tiempo desaprovechado entonces quedó resarcida su capacidad intelectual, porque no solo un año, desde el 1 de octubre de 1900 a igual fecha del año siguiente, estudió en un colegio particular de Avilés, desde las primeras letras, lo suficiente para comenzar el bachillerato en esa última fecha, matriculado en el Colegio de la Merced, que dirigía don Domingo Álvarez Acebal, y terminarlo normalmente con exámenes en el Instituto de Oviedo en 1907, a los diez y siete años de edad.

Estudiante formalote y muy aprovechado, uno de los más distinguidos de su época, desde los tiempos del bachillerato comenzaron a entusiasmarle la Biología y la Filosofía, que fueron como el fundamento de su formación intelectual. Llevado de esa vocación cursó en la Universidad de Oviedo el año de preparatorio para la carrera de Medicina, como alumno libre, y prosiguió luego esos estudios en la Facultad de San Carlos, de Madrid, desde 1908 hasta concluirlos con el grado de licenciado, calificado de sobresaliente, en 1914.

En el tercer curso de la carrera obtuvo por oposición la plaza de alumno interno de San Carlos en el Laboratorio de Medicina Legal, que dirigía don Tomas Maestre, y en él continuó después de licenciado hasta que fué investido de doctor en 1915, también con nota de sobresaliente. En ese mismo año se le nombró profesor del Instituto de Medicina Legal y Psiquiatría, anejo a la Facultad de Medicina, en el que desarrolló una brillante actividad durante unos doce años, tanto en el aspecto de la enseñanza como en el de sus personales investigaciones, terminando por renunciar en 1927 a la carrera oficial, falto de la asistencia del estado que le permitiera, cuando menos, vivir.

En ese tiempo Claudio Aznar pasó varias veces pensionado al extranjero a completar estudios de Óptica, especialidad que compartía con la Medicina legal, buscando en esto una posibilidad más segura para resolver su problema económico. Residió con ese carácter de pensionado oficial y esa finalidad dos temporadas en Jena (Alemania), en los años 1919 y 1920. A expensas de sus propios recursos ha hecho permanencias de estudio en diversos centros científicos extranjeros: dos en Berlín, cuatro en París, una en Karlovac (Yugoeslavia) y dos en Estrasburgo (Francia). También le llevaron al extranjero comisiones de carácter oficial. Comisionado por el Gobierno concurrió en 1922 al Congreso del Cáncer y de la Lepra celebrado en Estrasburgo, y poco después pasó a Bruselas a estudiar el régimen penitenciario belga.

Tan sólida formación científica dio a Claudio Aznar autoridad y brillantez reconocidas en el Instituto de Medicina Legal entre profesores y discípulos, y en actividades de tratadista conquistó con la pluma renombre en otros círculos científicos. Como fruto de sus especulaciones mentales e investigaciones de laboratorio, tanto sobre temas médico-legales como de Óptica, dió vida a numerosos trabajos, publicados unos en revistas profesionales, enviados otros a manera de informes o comunicaciones a las academias oficiales.

Todos ellos figuran en el Archivo y la Biblioteca del Instituto de Medicina Legal, y de ellos anotamos los más importantes al final de esta información. Merecen una mención especial los indicados con los números 13 y 14, el primero de los cuales, resultado de la propia y directa investigación, fué publicado en 1917, cuatro años antes que el estudio hecho por el profesor Sydhentoff, que pasa por ser el primero del mundo.

En el año 1927 Claudio Aznar abandonó cátedra y laboratorio y se estableció en Avilés, movido por decepciones compensadas con afectos, y en la villa que él considera como el lugar de nacimiento viene ejerciendo, con crédito extendido a toda Asturias, la especialidad de oculista, sin abandono de la Medicina general. Algunos años después, en 1934, el amor que culminó en matrimonio con la señorita María del Carmen García Castro, ha venido a dar firmeza de continuidad a esa mutación de su vida científica.

Trabajos sin formar volumen:

1.—Estudio médico legal de las manchas de sangre.

2.—Clasificación topográfica de las manchas de sangre en los lugares del crimen.

3.—Cristalografía de las manchas de sangre.

4.—Espectrografía de las manchas de sangre.

5.—Ultramicroscopia de la sangre.

6.—Sobre la acción protectora de diferentes extractos de órganos contra la estricnina. (En colaboración con el doctor Gregorio Marañón.)

7.—Modificaciones a la reacción de Ganassini. (En colaboración con el doctor Lecha-Marzo.)

8.—Algunos atisbos sobre el diagnóstico de la paternidad. (En colaboración con el mismo.)

9.—Estudio cinematográfico de enfermos temblorosos del Manicomio de Ciempozuelos.

10.—Espectrografía en colores de alcaloides y metales raros.

11.—Un procedimiento para el desdoblamiento de las rayas en los espectros de absorción.

12.—Estudio microscópico del pelo en Medicina forense,

13.— Cinematografía ultramicroscópica con doble inmersión.

14.—Un signo de absoluta certeza en el diagnóstico de la muerte.