Escritor nacido en Trubia en el año 1833, hijo de don Francisco de las Barras y Díaz y doña Teresa del Prado y Vanciella.

A los tres años de nacido pasó a residir con sus padres a Sevilla, donde cursó la  instrucción primaria, Lengua latina, Humanidades y Francés y se preparó para seguir la carrera de piloto. Pero acabó por abandonar los estudios y emigró a Cuba. Residió algunos años en La Habana, dedicado al comercio, simultaneando con esta ocupación, en los ratos libres, el cultivo de su espíritu con lecturas y estudios favoritos, entre éstos el de la lengua inglesa. Parco de ambiciones materiales, en cuanto tuvo reunida una modesta fortuna regresó a España y fijó su residencia habitual en Sevilla, donde formó al poco tiempo hogar, pero sin desvincularse de Asturias, a la que continuó amando en la emigración por la convivencia entre asturianos, amor fortaleció después de repatriado con frecuentes temporadas veraniegas al lado de sus familiares maternos.

Tanto en América como seguramente después de vuelto a España dedicó algún tiempo con fortuna a ejercicios de escritor, pero sin dar publicidad a los frutos de su pluma hasta que su hijo, el catedrático don Francisco de las Barras de Aragón (que lo fue algún tiempo de la Universidad de Oviedo), recogió en un volumen, años después de fallecido el padre, algunos de aquellos trabajos.

Dejó de existir Barras y Prado el 20 de junio de 1917.

Obras publicadas en volumen:

l—La Habana a mediados del siglo XIX: Memorias. (Madrid, 1926; prólogo de su hijo don Francisco de las Barras de Aragón.) 

Referencias biográficas:

Barras de Aragón (Francisco de las).—Prólogo a la obra anteriormente citada.