ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

BEDRINANA MARTINEZ (Manuel).

Sacerdote y escritor contemporáneo, ya fallecido. Hijo de Villaviciosa, donde nació el 1 de enero de 1869.  Comenzó sus estudios en el convento de Valdedios, del que, dispuesto a seguir la carrera eclesiástica, pasé al Seminario Conciliar de Oviedo, donde acabé los estudios sacerdotales y recibid las órdenes de  presbítero. Seguidamente regresó a Valdedios, y aquí desempeñé durante varios años funciones de profesor. Entretanto, atendía con celo a robustecer su ya sólida cultura con el conocimiento de lenguas antiguas y modernas y el trato continuo de obras maestras de Filosofía y Teología. Fruto de esos estudios fueron algunos trabajos publicados en periódicos regionales, que le conquistaron aplausos por la originalidad de pensamiento y el galano estilo. “Se distinguía su forma literaria—nos dice José Maria Uncal en una correspondencia—por la raigambre cervantina, por su fino humorismo, por sus tendencias filosóficas, propias de un cerebro pensador y bien equilibrado. pronunció sermones brillantisimos; sabía trasladar al oyente esa emoción maravillosa que solo pueden arrancar los grandes artistas de la palabra. Hizo política desde un punto de vista filosófico.”

Era hombre de ideas liberales en mayor medida de la usual entre sacerdotes españoles, y esto le acarreaba algunas contrariedades. Acaso ellas pesaron más que otra cosa en su determinación de expatriarse al continente americano. Residió en algunas repúblicas antillanas, en todas las cuales, a la vez que de sacerdote,desarrolló actividades de periodista. En Cuba colaboró asiduamente en el Diario de la Marina. Sostuvo en algunas ocasiones polémicas de prensa contra cuanto estimaba digno de ser combatido, muy especialmente si con ellas contribuía al prestigio de España, sus cosas y sus hombres.

Últimamente fijó su residencia en Méjico. Aquí, como en las otras Repúblicas americanas, su pluma no estuvo ociosa y en la defensa de sus ideales libró polémicas que le dieron prestigio y renombre literarios. Pluma hecha ya a esta continua batalla, no rehuía las ocasiones de gozar el placer de la controversia.

El citado Uncal nos refiere lo siguiente: “Entre las muchas anécdotas de su vida, se cuenta de él que, por ciertas ideas vertidas en uno de sus artículos, el obispo de…(ignoro qué ciudad), le desposeyó de las órdenes sacerdotales. Entonces, el señor Bedriñana, serenamente, con su mordacidad peculiar, con su mejor estilo y echando mano de la poderosa palanca de su cultura, creó un extensisimo trabajo literario, citando toda clase de  artículos habidos y por haber de lo legislado en lo eclesiástico y en lo civil, para demostrar al obispo que la acción de desposeerle de las órdenes era completamente ilegal. El obispo recibió aquel voluminoso manuscrito; lo miró, lo repaso, hojeo sus páginas, leyó algo entre líneas y… ¡Cómo sería de extenso el manuscrito, que, antes de determinarse el obispo a leerlo, determiné que el señor Bedrifiana se poseyera nuevamente de las órdenes!”

Falleció este sacerdote y escritor en la ciudad de Méjico en el año 1925.

Ha dejado dos estudios críticos: uno sobre Fr. Luis de León y sobre don Alejandro Pidal el otro