ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

BERNARDO DE QUIROS Y LLANES (José Maria).

Aristócrata y político, muy querido y popular en Oviedo, donde  nacido en los últimos tiempos del siglo XVIII, hijo de don Juan de Dios Bernardo de Quirós. Estaba en posesión de los títulos de marqués de Camposagrado y de la Isabela y tenia las Grandes Cruces de Carlos III e Isabel la católica. Era además Gentilhombre de Cámara de S. M. Pero en Oviedo se le conocía, mucho más que por sus títulos y sus verdaderos nombre y apellidos, por Pepito Quirós.

Sin afán de medrar, que no necesitaba, dedicó durante toda su vida buena parte de sus entusiasmos a la política, y tuvo como consecuencia obligada algunos cargos representativos. Cuentan entre ellos el de diputado provincial de 1838 al 40 y de 1843 al 47, En este último periodo fué también diputado a Cortes suplente (1843-44) y senador provincial en 1846.

Otros concursos públicos suyos fueron los prestados en algunos momentos revolucionarios de la agitada política del siglo XIX. Al triunfar el movimiento contra el general y regente Espartero en 1843, fué, bajo la presidencia de don Álvaro Flórez Estrada, miembro de la Junta provisional de Gobierno de la Provincia, que se instituyó en Oviedo para sustituir a la Diputación. Y en 1854 desempeñó la Presidencia de la Junta revolucionaria formada al triunfar el partido progresista sobre el moderado, en la política nacional.

Esas actividades políticas le llevaron a ejercicios de escritor en periódicos ovetenses, aunque de raro en raro. Uno de esos trabajos periodísticos le dio notoriedad.

Fué el intitulado Manifiesto del hambre, publicado en El Industrial   en junio de 1854. Este trabajo soliviantó las iras del jefe político (o gobernador) de la provincia, conocido por el apodo de Ferre, quien decomisó el periódico e impuso una multa de veinticuatro mil reales al director, que lo era don Protasio Gonzalez Solis. Don Pepito Quirós, que era hombre de gran bondad y generoso, no sólo abonó la multa, sino que, poco después, dió protección y amparo al propio jefe político frente a la furia del pueblo amotinado.

Era el marqués de Campo Sagrado hombre muy aficionado a la caza. Don Félix Aramburu le recuerda en su monografía de Asturias como diestro cazador, que organizaba frecuentes y grandes excursiones cinegéticas, a las que concurrían aristócratas y personalidades de fuera de Asturias, y en las que no faltaba como hombre práctico y valiente el célebre Xuanon de Cabañaquinta,

Su vida llena de satisfacciones tuvo como contraste un trágico final. A consecuencia de haberse arrojado de un coche en marcha con los caballos desbocados, se rompió una pierna. Por exceso de confianza en las curas caseras y lo tardías que llegaron las de la ciencia, se le declaré la gangrena, que no se pudo atajar, y falleció el 15 de julio de 1865,

Trabajos sin formar volumen:

1.- Manifiesto del hambre. (En la obra Memorias asturianas, de Protasio Gonzalez Solis, Madrid, 1890.)