Periodista, poeta y comediógrafo contemporáneo. Nacido en Gijón el 29 de octubre de 1891 en acomodado hogar de la clase medía formado por don Baltasar Alonso Roces y doña Palmira Bonet Rodríguez.
Estudió con aprovechamiento la instrucción primaria y algunos años de la segunda enseñanza en el Instituto de Jovellanos, pero su apetencia latente de saber y su vocación artística y literaria no se avenían muy bien a los estudios sistematizados, que abandonó en 1907. Desde entonces, fervoroso lector, se procuró una extensa cultura de modo autodidáctico, en obras clásicas y modernas, españolas y extranjeras, tal vez superior a la que le hubiera proporcionado una carrera literaria.
Su primera ocupación desde que dejó las aulas del Instituto fué la de empleado en escritorios de casas de comercio, hasta que su nativa vocación literaria le llevó al camino seguro en agosto de 1909 con el ingresó en la Redacción del diario republicano gijonés El Publicador. Meses después, en ese mismo año, pasó a la Redacción del diario El Comercio, también de Gijón, en el que ha desarrollado una intensa labor periodística y literaria por espacio de más de diez años. Como la forma poética era y sigue siendo la más dilecta a su sensibilidad de escritor, en ese periódico dió a conocer abundantes composiciones, que le valieron extenso crédito de poeta.
Su numen, dispuesto con facilidad a la poesía sería, al modo clásico y eterno, a la vez que a la humorística, le ha permitido sostener en ese mismo diario una sección de esta índole con la firma de Cardenio, buscada con adhesión por los lectores.
Por esa época (1914) fundó bajo su dirección un portfolio anual de verano, artístico-literario, con el título de Gijón Veraniego, dedicado a exaltar las bellezas de esa villa y las admirables condiciones de su playa de San Lorenzo, del que van publicados veinte números actualmente (1934).
También por entonces su latente inclinación literaria a la forma escénica logró algunas realizaciones. Su primera obra teatral, Una farsa de antaño, cuadro de época, en un acto y en verso, la estrenó con éxito la compañía de Ricardo Calvo en el Teatro Dindurra, de Gijón, el 18 de diciembre de 1916. También escribió en ese tiempo (1918) El último afrancesado, episodio de 1808, no representable, aunque escrito en forma dialogada. Y poco después (1919) volvió a gustar el aplauso del público con otra comedia, en dos actos y en verso, La comedianta, estrenada por la compañía de la actriz asturiana Margarita Robles en el Teatro Robledo de esa villa, y puesta en escena luego, con la misma acogida, en otras poblaciones españolas.
En julio de 1919, la empresa de El Comercio le eleva al cargo de redactor-jefe, y en noviembre del mismo año, a la Dirección. Estos ascensos de categoría, más el consiguiente pecuniario, aunque le satisfacen, le convencen de que las letras como profesión tienen un porvenir económico muy problemático, y se determina a ensayar con ellas el aspecto mercantil, para lo cual deja la Dirección de El Comercio en junio de 1920 para hacerse cargo de una imprenta comercial. Pero ese aspecto industrial de las letras, sobre que anda a la greña con su vocación y Sus sentimientos, tampoco le ofrece el apetecido porvenir económico, y aprovecha para dejar esa ocupación el ofrecimiento de un puesto de redactor, en 1922, en el diario La Prensa, de reciente fundación.
En enero 30 del año siguiente es elevado a director de dicho periódico, y desde entonces viene desempeñando sin interrupción este cargo.
También La Prensa ha recogido en ese largo decenio buena parte de su producción. literaria, además de la periodística obligada por el cango. Para ese diario redacta una sección diaria sobre asuntos locales con la firma de Avendaño y otra muy frecuente en versos festivos bajo el título de Cancionero popular y con seudónimo de Antonin el de los Cantares, que cuenta con un público muy asiduo.
Durante esta otra época literario-periodística de Joaquín A. Bonet, sus colaboraciones se extendieron a otros periódicos de fuera de Gijón. Colaboró como informador en El Carbayón, de Oviedo, y A B C, de Madrid. Colabora actualmente, como corresponsal, en el diario madrileño El Debate y en el Diario de la Marina, de La Habana, en calidad de su representante en Asturias. También es corresponsal de la agencia informativa Associated Press. Entretanto, el literato, especialmente el poeta, ha publicado algunas de sus producciones en revistas ilustradas madrileñas, La Esfera y Nuevo Mundo entre ellas.
Otra modalidad intelectual de Joaquín A. Bonet ha sido la de conferenciante, si bien con escasas actuaciones. Entre éstas merece recordarse una sobre poesía, con el título de Lo antiguo en lo moderno, en el Ateneo Obrero de Gijón, en abril de 1921, seguida de un recital de poesías suyas, algunas de las cuales pasaron a formar el volumen Cantigas. En el mismo Ateneo dió otra conferencia con el título de La escuela de periodistas, en abril de 1928, muy elogiada:.
Persistente en él la vocación de dramaturgo y comediógrafo, aunque infecunda durante algunos años, en el de 1930 dió una admirable muestra con el poema dramático en verso y en tres actos Don Guzmán de Castilla, estrenado con gran éxito en el Teatro Dindurra el 15 de agosto por la compañía Guerrero-Díaz de Mendoza, que le ¡presentó también en el Teatro Español de Madrid en abril de 1931 con el aplauso unánime de la crítica teatral. Posteriormente fué llevada en triunfo por otras poblaciones de España y América. El éxito en Madrid de Don Guzmán de Castilla se festejó con un banquete al autor. En Gijón había alcanzado otro homenaje, consistente en un cuadro de plata. El Ayuntamiento gijonés adquirió 250 ejemplares de la comedia, editada elegantemente por sus amigos, para regalo a los escolares más adelantados.
Las enormes y en muchos aspectos repugnantes circunstancias adversas que encuentra el autor novel en el mundo del teatro y la dificultad de vivir alejado de Madrid, que es como la Bolsa o Lonja para tales empeños, han venido retrasando el estreno de otras obras teatrales de Bonet, hace tiempo aceptadas para su representación por diferentes compañías y empresarios. Dos de esas obras son el romance en tres jornadas La flor del agua y el poema dramático en cuatro actos Carne mística, ambas en verso.
La residencia de Joaquín A. Bonet, establecida desde el nacimiento en Gijón, ha estado interrumpida de cuando en cuando por viajes a diversas provincias españolas y al Extranjero — Portugal, Francia, Italia—, casi siempre llevado por motivos periodísticos, aprovechados para colaboraciones de cronista enviadas al diario de su dirección. Uno de esos viajes, llevado a cabo en 1932 a Baleares, dió motivos a su pluma para una larga serie de crónicas que merecieron la edición (número III) oficial en volumen por la ciudad de Mallorca.
En los primeros momentos de producirse el alzamiento nacional en julio de 1936, fue encarcelado con otros muchos elementos caracterizados de derechas en la cárcel del Coto, de Gijón, donde sufrió vejámenes, sobresaltos y penurias. Después fue trasladado al buque-prisión situado en el puerto del Musel “Luis Caso de los Cobos” donde los sufrimientos y las privaciones aumentaron. Concluyó esta odisea el 20 de octubre de 1937, al caer Gijón en poder de las fuerzas nacionalistas. De lo sufrido por él y lo que vio sufrir a otros es fruto su libro “Reconquista” en el que hay páginas de una emoción conturbadora.
Obras publicadas en volumen:
I.—Cantigas. (Gijón, 1921; poemas.)
II—Don Guzmán de Castilla. (Gijón, 1931; poema dramático en tres actos y en verso, estrenado por la compañía Guerrero-Díaz de Mendoza en el Teatro Dindurra de Gijón el 15 de abril de 1930 y en el Teatro Español de Madrid en abril de 1931.)
III. — Momentos de Mallorca. (Mallorca, 1932; colección de crónicas y una composición poética; edición oficial.)
IV.- Reconquista. Reportajes de la Asturias roja. (Gijón, 1938; un tomo en 8º con ilustraciones de Pedro Sánchez)
V.- Reportaje lírico (Gijón, 1938; charla en verso; opúsculo)
VI.- Bajo las banderas victoriosas. (Gijón, 1939; poema; formando volumen con algunos trabajos breves en prosa, en un opúsculo bajo el título de Día de la Victoria)
VII.- Simancas; epopeya de los cuarteles de Gijón (Gijón, 1939, un tomo en 8º mayor con ilustraciones)
Trabajos sin formar volumen:
1.—Prólogo a Crónicas de Marruecos, de don Enrique Arrojas, con el seudónimo de El banderín
2.—El calvario de piedra. (En el diario La Prensa, Gijón, 1930; novela de costumbres gijonesas, con el seudónimo de Antonin el de los Cantares.)