Ingeniero industrial nacido a mediados del siglo XIX. Su primer empleo después de concluida la carrera fué el de montaje de puentes metálicos construidos en la fábrica de Mieres. En este destino alcanzó un sonado éxito con el tendido de uno de los dos puentes sobre el río Sil en las proximidades de Monforte, puentes ambos de ciento cincuenta metros de longitud, construido y armado el otro por una compañía francesa. Los dos grupos de directores y obreros se pusieron en competencia sobre cuál entregaba primero la obra, y correspondió el triunfo a don Dimas Cabeza.

Lo más de su vida estuvo avecindado en Oviedo. Fué aquí por espacio de algunos años director de las fábricas de gas y de electricidad pertenecientes a la Sociedad Popular Ovetense. Nos dice de él en este sentido don Ramón Pérez Santa Marina que “mejoró notablemente el alumbrado público, mixto, hasta el punto de que hizo de Oviedo, según testimonio de muchos forasteros, una de las ciudades mejor alumbradas de España”. También desempeñó largo tiempo, con su acreditada competencia, el cargo de director de la Sociedad Vasco-Asturiana de Ferrocarriles.

Con estas actividades profesionales simultaneó, aunque con reducida ejecutoria, las de escritor, conferenciante y profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo por espacio de algunos años.

Encontrándose accidentalmente en Segovia, falleció en esta ciudad repentinamente en abril de 1915.

Obras publicadas en volumen:

I—El trabajo manual y el trabajo de la inteligencia. (Oviedo, 1893; discurso leído en la sesión de reparto de premios de la Escuela de Artes y Oficios.)