ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

CAMPOMANES (Amador).

Negociante y escritor contemporáneo, que residió muchos años en Cuba y Méjico y falleció en este último país, Nacido en Mieres hacia 1865.

De niño se trasladó con su familia a residir en Candás, donde su padre llegó a desempeñar el cargo de alcalde. Estudiaba en la Universidad de Oviedo la carrera de Derecho cuando, contrariado por la irreductible oposición de los padres a su primer amor, decidió abandonar la casa paterna, la carrera y el país natal, y emigró a Cuba, para lo cual, falto de dinero, se metió de polizón en un barco que hacía esa carrera. Esta aventura había de dejarle un perdurable recuerdo ingrato.

Por efecto de las malas condiciones en que se vió obligado a efectuar la travesía del Atlántico, quedó para siempre resentido y cojo de una pierna.

En Cuba pasó penalidades en lucha por la vida desempeñando diversas profesiones, la última de las cuales fué de periodista. Sus escritos y campañas de prensa le acarrearon algunos contratiempos y disgustos, el último de los cuales fué una disposición del capitán general de la isla, don Valeriano Weyler (1895), conminándole a dejar el territorio cubano en el término de veinticuatro horas, orden que hubo de acatar, marchándose a Méjico. En este país le esperaba una nueva etapa de calamidades y privaciones, a la que puso término un destino de agente de una importante Compañía de Seguros, que le proporcionó el medio de prosperar económicamente. Sus ocupaciones de agente de seguros no le impidieron continuar cultivando las letras como colaborador de algunos periódicos mejicanos.

En el espacio de breves años la bonanza de diferentes negocios le permitió llegar a establecerse como banquero bajo la razón social de Campomanes en la capital mejicana. La consideración conquistada en los círculos mercantiles se desbordó a órganos oficiales y llegó a merecer una gran estimación del dictador don Porfirio Díaz, que le favoreció en los negocios y le aportó buenos concursos en el apoyo prestado por Campomanes a muchos asturianos que acudían a él en busca de la influencia que gozaba en los círculos gubernamentales. Por entonces había formado hogar propio en matrimonio con una señorita mejicana.

Al sobrevenir en Méjico (1911) la revolución capitaneada por los hermanos Madero contra el dictador Porfirio Díaz, Amador Campgomanes se vió obligado por su   significación porfirista a abandonar el país, como único medio de librarse de seguras persecuciones personales. Volvió entonces a fijar su residencia en la Habana. Mientras en Méjico era destruida su fortuna por la revolución, la fatalidad le destruía el hogar en Cuba: su esposa era víctima de un ataque de locura y fallecía pocos meses más tarde.

Después de una ausencia de algunos años, regresó a Méjico, al socaire de una situación política que le era favorable. Le fué preciso entonces rehacer su fortuna, para lo cual tuvo que volver a desempeñar la antigua plaza de agente de seguros en la misma Compañía que había representado, destino que le permitió encauzarse nuevamente en el mundo de los negocios y la reconstrucción de su capital. Poco después rehacía también el hogar, casado en segundas nupcias.

Durante esta nueva etapa de prosperidades y estimaciones volvió a gozar de gran influencia cerca del Gobierno mejicano, al punto de que, en tiempo de la Guerra Mundial (1914-18), fué comisionado oficialmente para resolver algunos asuntos cerca de los Gobiernos de España e Inglaterra.

De su producción de escritor sólo conocemos la novela anotada más abajo. Parece que ha publicado algo más en volumen. Todas nuestras diligencias por averiguar esto y poder concretar más los accidentes de la vida de Amador Campomanes han resultado estériles.

Obras publicadas en volumen: 

I.—Liba (Méjico, 1912; novela.)