Parece que usó también el nombre de Antonio. Se tienen escasas y vagas noticias de esta personalidad que floreció en la unión de las centurias XVIII y XIX.

Estudió en el Colegio de San Clemente, de Bolonia, condiscípulo del P. Francisco Isla, con el que unió una íntima amistad. En carta del P. Isla de 10 de julio de 1780, dirigida desde Bolonia a su hermana (tomo XV de la Biblioteca de Autores Españoles), dice de Campomanes que “es un admirable mozo, lleno de honra, de espíritu y talento”, y le anuncia el regreso a Madrid del aludido en esta forma: “Su ausencia me es sumamente sensible; pero de buena gana sacrifico mi dolor, no sólo a su conveniencia, sino principalmente a la del público, al que espero hará mucho bien en cualquiera carrera que siga, particularmente cuando los años le permitan pensar con mayor madurez y resolver a sangre fría.”

Sólo sabemos que fué ministro del Consejo Real y que fué designado por Carlos IV, con Eugenio Alvarez Caballero y otros, para fallar la causa seguida contra su hijo Fernando y algunos personajes palatinos por conspiradores y conocida por el Proceso del Escorial.

Nada se sabe concretamente de los trabajos que haya dejado como escritor.