Jurisconsulto, catedrático y escritor que floreció con reconocido prestigio en la segunda mitad del siglo XVIII. Descendiente de hijosdalgo de abolengo ovetense. Padre del famoso hacendista y político don José y de don Bernabé, ambos incluidos en esta obra.

Nació don Felipe Ignacio Canga Argüelles en Oviedo el 1 de julio de 1741. Cursó en la Universidad ovetense la carrera de Leyes, desde los entonces llamados estudios de Filosofía, correspondientes al bachillerato, hasta ser investido con los grados superiores de licenciado y doctor en Leyes y Cánones el 16 y el 22 de diciembre de 1766, respectivamente.

Desplegó a partir de entonces actividades de profesor y de jurisconsulto. A la vez que ejerció como sustituto de algunos profesores y de profesor interino en las cátedras de Vísperas de Cánones, Regencia de Leyes y Prima de Cánones, figuró como opositor a varias de ellas y de la última en 1772. 

No limitaba sus funciones docentes a la Universidad, sino que dió lecciones particulares en su domicilio por espacio de unos siete años. Al mismo tiempo. desde el año en que concluyó la Carrera se dedicó a la abogacía, recibido por la Audiencia, de la que fué fiscal interino desde agosto de 1772 hasta abril del 73. Figuró entre los más entusiastas fundadores del Colegio de Abogados,  en 1775, del que ocupó el puesto de decano. Por esta época vivía casado, desde poco después se estableció como abogado, con doña Pabla Cifuentes Prada y habían nacido sus hijos José y Bernabé. Gozó crédito y prestigio muy sólidos como jurisconsulto por su saber y pericia, al punto de que la Audiencia y la Junta General del Principado tenían en él al consultor preferido. Fué también asesor del obispado. La Junta le nombró en comisión con don Ramón Martín Cañedo y don Nicolás Rivera Argüelles para redactar las Ordenanzas (número I), trabajo que hubo de hacer él solo. Entre otros cargos inherentes a su profesión desempeñó los de procurador general noble y juez primero de Oviedo, mereciendo en su cometido la consideración y el respeto generales.

Parece que por los años ochenta y tantos ocupó el cargo de fiscal en la Audiencia de Zaragoza. Así firma el 11 de marzo de 1787 un Dictamen fiscal en la causa formada contra Fr. Diego de Cádiz, que se conserva manuscrito en el Instituto de Jovellanos, a consecuencia del cual se encontró mal querido por el clero y algunos funcionarios de la Audiencia zaragozanos (como lo acreditan unas cartas a Campomanes archivadas en el mismo legajo), motivo por el cual debió regresar a Oviedo.

Aquí y en ese mismo año 87 volvió al profesorado universitario en calidad de interino y a sus acreditadas actividades de abogado.

Después de haber regentado interinamente algunas cátedras, entre ellas la de instituciones Canónicas, obtuvo por oposición la de Cánones en 1796. Distinguido por el Claustro universitario frecuentemente con comisiones honrosas, le dió entre ellas la de redactar un Plan de estudios.

En 1798 le fué conferido el cargo de fiscal del Consejo de Castilla, con lo que se trasladó a Madrid, donde residió algún tiempo.

Como premio por los servicios prestados en ese alto cargo se le concedió la Gran Cruz de Carlos III.

Reintegrado a la ciudad natal, en ella vivió sus últimos años y dejó de existir. Su cadáver fué inhumado en el convento de San Francisco.

Tuvo vocación de escritor y se le consideraba mucho como investigador de temas históricos. Pero de estas actividades suyas sólo se conocen los manuscritos consignados en segundo y tercer lugar de la relación formada al final de este estudio.

Obras publicadas en volumen:

I.—Ordenanzas para el gobierno de la Junta General del Principado y su Diputación, y las generales, judiciales y políticas para la administración de justicia en todos los concejos, cotos y jurisdicciones de él. (Oviedo, 1782.)

Obras inéditas:

—Dictamen fiscal en la causa formada contra Fr. Diego de Cádiz. (MS. fechado en Zaragoza el 11 de marzo de 1787, archivado en el Instituto de Jovellanos, de Gijón, volumen LXXIIL)

—Especies notables de la “Historia” de Mariana. (MS. de 94 páginas en folio, archivado en el Instituto de Jovellanos, de Gijón, volumen LXXIX.)

—Especies notables de la “Historia” de Medrano. (MS. de 105 páginas en folio, archivado en el Instituto de Jovellanos, de Gijón, legajo ídem.)