ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

CASO (José Indalecio de).

Abogado y escritor de sólido renombre por su saber e inteligencia en ambas disciplinas, que brilló, respetado y admirado, entre los más destacados intelectuales asturianos de su tiempo, segunda mitad del siglo XIX, no obstante: su ideología reaccionaria, mal compartida entonces por los que más descollaron en las letras y la política.

Nació José Indalecio de Caso hacia 1830 en Oviedo en humilde hogar. Su madre aportaba ingresos a la familia con la preparación y venta de esponjados llamados del cazo, que le dieron fama en la ciudad.  Al esfuerzo de sus padres por dotarle de una carrera correspondió  Caso con una extraordinaria aplicación, que, asociada a su inteligencia lúcida, le dió una brillante personalidad en la población universitaria. Apenas concluidos los estudios de la Facultad de Leyes se matriculó de abogado en la ciudad natal, profesión con la que compartió por los años de 1854 al 56 actividades de profesor sustituto de la Universidad en las asignaturas de Economía política y administración.

Desde estudiante comenzó a Cultivar las letras, en prosa y verso, en los periódicos locales: Álbum de la Juventud, fundado en 1853; El Industrial, El Independiente y El Nalón, que comenzaron a editarse al año siguiente, transformándose el primero en el segundo dentro de ese mismo año, y El Faro Asturiano, que vió la luz en el 56. Entre sus primeras producciones figura la letra de una zarzuela cómica con el título de La bruja, a la que puso música José Argüelles, y que fue representada con éxito en 1850.

Al constituirse en Oviedo en 1855 la Academia Científica y Literaria, mal llamada frecuentemente Ateneo, aunque esto haya sido en realidad, se destacó como uno de los más entusiastas propulsores y participantes en las controversias desarrolladas en el seno de ella. Aunque de ideología opuesta a la predominante en las sesiones de esta institución, robusteció en ellas su ya descollante personalidad por su saber extenso y agudeza de polemista. Contra la tesis de Pedregal y Cañedo de que los poderes emanan de la soberanía nacional, sostuvo una controversia que dió lugar a que Alvarez Borbolla publicara el folleto Examen del dogma de la soberanía del pueblo, de apoyo a esa proposición, que Caso rebatió finalmente en otro folleto con el título de Pueblo soberano y súbdito (número I), acreditativo, aunque no se comparta su ideología, de que el autor manejaba una pluma servida por extensa ilustración y pensamiento elevado.

En 1857 trasladó su residencia a Madrid en busca de más amplio campo a sus facultades de jurisconsulto y escritor. Refiriéndose a este cambio de ambiente, don José Puente Villanúa, en carta a don Agustín Herrera Cerdá, recogida por éste en su estudio Don Domingo Olleta y Membiela, dice lo siguiente: “Este joven, quien me debe todo lo que es, está ahora en la corte de segundo redactor de La Esperanza, con diez mil reales de sueldo y abocado a un gran porvenir, pues es un talento grande y además se dedica a la abogacía bajo buenos auspicios.”

Antes que en La Esperanza había colaborado en La Regeneración, periódicos ambos de carácter reaccionario, defensor aquél particularmente de los derechos al Trono de don Carlos de Borbón, al servicio de los cuales puso Caso su pluma doctrinal y polémica, siempre brillante.

De redactor de La Esperanza le sacó don José Posada Herrera para llevarle a su lado al Ministerio de la Gobernación como fiscal de imprenta de la Unión Liberal. Se le censuró a dicho ministro que tal nombramiento recayera en persona caracterizada de contraria ideología; pero Posada Herrera le mantuvo en ese puesto, seguramente llevado de otras consideraciones para depositar esa confianza en Caso.

Por ese tiempo publicó la Guía legislativa (número II), que robusteció grandemente su fama como conocedor de la legislación española, Pero lo que fortaleció extraordinariamente su crédito de hombre de leyes fué su intervención en una causa que se hizo famosa poco después. De esto nos da cuenta don Protasio González Solís del siguiente modo: “En todas partes se hablaba del pleito ruidoso que se seguía en Barcelona, y de la presentación del único heredero de una inmensa fortuna, Claudio Fontanellas, que se le tenía por muerto. Se buscó a Caso para que defendiera la identidad de la persona y los derechos de Fontanellas, y, después de estudiar el asunto, tuvo el arrojo suficiente para encargarse de él,   abandonando otros cargos y beneficios más positivos. Puede decirse que Caso jugó en esta partida el todo por el todo, pero con grandes probabilidades de perderla, pues tenía que habérselas con poderosos adversarios y luchar contra influencias casi incontrastables. No ha desmayado un instante Caso, a pesar de todo, y sus alegaciones y sus informes en estrados despertaron general interés. La opinión pública, el sentimiento casi unánime, se inclinaba a la causa de Fontanellas; pero el Tribunal falló en contra. Caso perdió por esto muchas ilusiones y su fe en la justicia de los hombres. El folleto que luego publicó contestando de un modo vigoroso y razonado la sentencia (número V) cayó como una bomba entre los jueces, y quizá hubiera tenido que sentir Caso por acto tan valiente si no hubiera venido en su apoyo algún amigo poderoso.” Probablemente se alude aquí a Posada Herrera.

Antes del fallo del Tribunal sobre esa causa, ya Caso había publicado (número IV) otro folleto en torno al asunto. Y después del folleto anteriormente aludido dió al público un tercero (número III) insistiendo en sus puntos de vista, que lleva este título, bien expresivo: Nueva exposición de los hechos para la defensa de don Claudio Fontanellas y noticia de unos papeles falsos agenciados en Indias para probar de nuevo que dicho procesado es Claudio Feliú: Opúsculo ameno y edificante. Apareció poco más tarde otro folleto sobre lo mismo publicado anónimamente, que tal vez escribió también el propio Caso, pero que no incluímos entre sus obras  por respeto a la duda.

De la vida posteriormente de Caso apenas hemos podido conseguir noticias. Cuando la segunda guerra civil sostenida por el pretendiente don Carlos, Caso siguió el partido y las vicisitudes de los carlistas. Fué secretario del feroz guerrillero Ramón Cabrera, sobre el que publicó el volumen señalado con el número VII.

Esas actividades le crearon una situación difícil en España. Desconocemos por qué causa, se vió obligado a abandonar su profesión de abogado en Madrid y obtuvo como a modo de protección el cargo de abogado consejero de la Embajada de España en París, donde falleció en la primavera de 1903, ya septuagenario.

 

Obras publicadas en volumen:

I.—Pueblo soberano y súbdito: observaciones del opúsculo titulado “Examen del dogma de la soberanía del pueblo”, original de don José Hipólito Alvarez de la Borbolla. (Oviedo, 1856; folleto.)

II.—Guía legislativa: Indice general de leyes, decretos, órdenes y circulares contenidas en los noventa tomos de la Colección legislativa oficial de España, que comprende desde 24 de septiembre de 1810 hasta el día, y particular por los  artículos de los Códigos, leyes orgánicas y otras muchas disposiciones. (Madrid, 1859-60; dos tomos.)

III..—El Trono y los carlistas. (Madrid, 1860; folleto.)

IV.—Exposición de los hechos para la defensa de don Claudio Fontanellas, en causa pendiente  contra el mismo por supuesta usurpación de estado civil. (Madrid, 1862; folleto.)

V— Defensa de don Claudio Fontanellas, con la sentencia de vista de 31 de diciembre de 1862 y un apéndice a la exposición de hechos. (Madrid, 1863; folleto.)

VI.— Nueva exposición de los hechos para la defensa de don Claudio Fontanellas y noticia de unos papeles falsos agenciados en Indias para probar de nuevo que dicho procesado es Claudio Feliú: Opúsculo ameno y edificante. (Madrid, 1864.)

VII— Cuestión Cabrera. (Madrid, 1875; con un apéndice de cartas entre don Carlos de Borbón y don Ramón Cabrera.)

 

Trabajos sin formar volumen: 

1.—Varios trabajos. (En la obra Memorias asturianas, de González Solís, Madrid, 1890.)

 

Obras inéditas:

—Libreto de la zarzuela La bruja, con música de José Argüelles. (Manuscrito.)