ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

CEPEDA Y TABORCIAS (Francisco).

Batallador periodista del último cuarto del siglo XIX, con pluma al servicio de la causa autonomista de Cuba y Puerto Rico. Más mérito tiene por el mantenimiento de ese ideal que como escritor, a juzgar por la producción que ha dejado en volúmenes, reveladora de un estilo poco disciplinado.

Nació Francisco Cepeda en la villa de Navia el 5 de mayo de 1845, hijo de los comerciantes dedicados a tejidos y mercería don Juan Suárez Cepeda y doña María Rodríguez Taborcias, de los cuales tomó los apellidos que mejor le parecieron. Cursados los estudios primarios y también algunos de Latinidad, emigró a la edad de diecisiete años a la isla de Cuba. Nada sabemos de sus ocupaciones y actividades aquí en los primeros años, como no sea que tomó parte como voluntario contra la guerra separatista de los diez años, iniciada en 1868. Desempeñó durante algún tiempo el cargo de administrador de Correos en la villa de Sagua la Grande, en la que contrajo matrimonio con la señorita Micaela Stison Aguila.

Militante en el partido político Unión Constitucionalista, defensor de la integridad de la soberanía española en las Antillas, al finalizar aquella insurrección cambió de ideario y fundó la Revista Económica (1877) en La Habana, para combatir a sus antiguos correligionarios, en defensa del ideal autonomista de las provincias españolas ultramarinas. Estas luchas le costaron algunos serios contratiempos, entre los que hubo desafíos y una prisión por considerársele complicado en un complot revolucionario, consiguiendo la libertad gracias a la influencia cerca del Gobierno español de don Rafael María de Labra. Un suelto publicado en 1882 con el título de Cipayos en campaña dió motivo a que fuese encarcelado en el castillo del Morro, de La Habana, y desterrado a España luego.

Fijó su residencia en Madrid, donde fundó en 1883 la Revista de las Antillas, que alcanzó corta vida. En ella y en otras publicaciones continuó sosteniendo con brío la emprendida campaña en favor de la autonomía antillana, política que el tiempo vino a demostrar a todos que era la más acertada. Hacia 1886 se trasladó a Puerto Rico, probablemente a la sombra de algún destino administrativo allí. En ese año o el siguiente fundó en la capital de esa isla la Revista de Puerto Rico, que alcanzó una buena acogida, también dedicada a sostener su credo de política autonómica. Con esta misma finalidad publicó en 1888 el Catecismo autonomista, y dos años después, el folleto designado con el número Il, de cooperación a esas campañas. Ha solido emplear en sus escritos algunas veces el seudónimo de Francepeda.

Resultado de estas luchas en Puerto Rico, gemelas de las sostenidas en Cuba antes, fué que también se le expulsara de ese territorio. En 1893 pasó a San Pablo (Brasil), de donde regresó al poco tiempo, comisionado por el Gobierno brasileño como agente y guía de embarque de emigrantes con destino a ese país, empresa a la que estuvo dedicado durante algunos años, teniendo a los puertos de Vigo y Barcelona como centros de esa ocupación.

En los últimos años de su vida residió primero en esta última ciudad y posteriormente en Madrid. Aquí adquirió una imprenta, que regentó algún tiempo. En ella editó generosamente la obra Historias de pájaros que parecen de hombres (1903), de don Félix Aramburu, con destino a lectura para escolares de Navia y demás pueblos comarcanos. También en esta imprenta editó su obra principal, Anales de Navia, en cuatro tomos de subtítulos diferentes, maltratada por Somoza en Registro asturiano con estas palabras: “Un indigesto centón (por tres veces repetido), que sólo es una pesadísima y farragosa compilación de disparates periodísticos, a estilo plebeyo, en la cual vierten su venenosa ponzoña los encubiertos partidarios de la independencia cubana.” Falleció Cepeda en Madrid el 9 de julio de 1910.

 

Obras publicadas en volumen:

I.— Catecismo autonomista. (Ponce, Puerto Rico, 1888; folleto.)

II.—Conferencias de Abulí, celebradas con el jefe de la minoría autonomista parlamentaria, don Rafael María de Labra, sobre política antillana, sus relaciones con la política peninsular y procedimientos que deben seguirse en interés de la reforma colonial. (Ponce, Puerto Rico, 1890.)

III..—Anales de Navia: Libro IV. Armonías familiares, Primera Y segunda parte. (Madrid, 1907; un tomo en cuarto.)

IV.—Anales de Navia: Libro V. Papeles viejos. Primera parte. (Madrid, 1910; un tomo en cuarto.)

V.—Anales de Navia: Notas de papeles viejos… y adición de Rivero Andante, reunidas y comentadas… por un grupo de amigos, bigiritas y gorriones. (Madrid, 1910; un tomo en octavo.)

VI.—Anales de Navia: Apéndice. (Madrid, 1910; un tomo en octavo.)