ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

CIFUENTES (Julián).

Hermoso ejemplo de autodidacta. Nacido en humilde hogar de artesanos, con lo que se vió obligado a subsistir desde la niñez por Su propio esfuerzo, supo alcanzar una respetable personalidad como escritor, como profesor y en el mundo de los grandes negocios, que tuvieron en él a un encauzador y director de extraordinaria Capacidad.

Nació don Julián Cifuentes en Gijón el 7 de enero de 1865, hijo de un carpintero de su mismo nombre y doña Angelina Fernández, costurera de oficio.

Cursada la instrucción primaria con extraordinario aprovechamiento, revelador de notables aptitudes para seguir una carrera, no les fué posible a los padres proporcionársela, y, apenas adolescente, entró como auxiliar en una Secretaría del Juzgado de primera instancia de la villa natal. Poco tiempo después dejó este destino para ocupar otro, a la edad de catorce años, en la oficina de un establecimiento de ultramarinos que, debido a su esfuerzo, principalmente, en actividades alternadas de viajante y contable, llegó a ser uno de los más importantes de Asturias en el ramo.

Por esta época dedica las horas libres de sus ocupaciones a estudiar la carrera de Comercio en la Escuela que entonces existía aneja al Instituto de Jovellanos, de Gijón, y obtiene el grado de perito mercantil en la Escuela Superior de Comercio de Valladolid en octubre de 1890. También por entonces surge en él la vocación al cultivo de las letras y en el periódico local El Progreso, fundado el año anterior con matiz republicano, colabora sobre temas políticos, literarios y musicales con los seudónimos de Rabel y Jucifer, formado éste con las tres primeras sílabas de su nombre y dos primeros apellidos.

Posteriormente, aunque ya casado desde abril de 1891 con doña Aurora Fernández y García, ni las obligaciones profesionales ni los cuidados del hogar ni los ejercicios de escritor reducen su gran apetencia de saber, y continúa los estudios mercantiles hasta obtener el título de profesor mercantil en 30 de septiembre de 1892, con calificación de sobresaliente, en la Escuela Superior de Comercio de Bilbao. Seguidamente completa en el Instituto de Jovellanos los estudios de Bachillerato, del que se gradúa el 25 de junio de 1894, ya próximo a cumplir los treinta años de edad.

A la vez que el cargo de jefe de oficinas en una importante casa comercial, desempeñó desde el 14 de octubre de 1899 el de profesor interino de la Escuela de Comercio, en la villa natal, explicando las asignaturas de Contabilidad, Teneduría de libros y Prácticas de operaciones mercantiles, hasta la supresión de dicha Escuela el 30 de septiembre de 1902. Pero entonces el Claustro del Instituto de segunda enseñanza le encargó de la cátedra de Derecho mercantil y Economía política, primero, y después de la de Geografía y Estadística económico-industrial, en la Sección elemental de Comercio, la cual tuvo a su cargo hasta que esa Sección quedó suprimida para constituirse el 1 de enero de 1908 la Escuela Superior de Comercio, a la cual pasó como profesor de Legislación mercantil, Economía, contabilidad y cálculos mercantiles y Derecho mercantil.

A la vez que en el ejercicio de la enseñanza, su prestigio y respetabilidad crecía en el mundo de los negocios. Al liquidarse la Banca de don Florencio Rodríguez para establecerse el Banco de Gijón, a don Julián Cifuentes se le confiere la dirección de la contabilidad, y a los dos meses de funcionar el nuevo establecimiento se le otorga firma como apoderado. Al fallecimiento del señor Rodríguez, y por indicación suya, en 1905, pasa a ocupar el cargo de gerente-director de ese Banco, que desempeña por espacio de algunos años.

Su apetencia de estudio no se había amortiguado, pese a las muchas ocupaciones, y por esta época estudia la carrera de Derecho, de la que obtiene el grado de licenciado en la Universidad de Oviedo el 5 de octubre de 1915 con calificación de sobresaliente.

Ya hombre de extenso crédito en los negocios, el Banco Hispano Americano, de Madrid, le ofrece la Dirección de la casa central, que desempeña desde junio de 1914 hasta su fallecimiento. En estos últimos años de su vida, su extenso prestigio le atrajo sobre sí numerosos cargos y comisiones. Entre ellos, el de consejero del citado Banco, vicepresidente de la Compañía Telefónica Nacional de España, vocal del Consejo de Economía Nacional, miembro de la Asamblea Nacional con que el dictador Primo de Rivera sustituyó el Congreso de los Diputados, vocal del Consorcio Superior Bancario y consejero de las siguientes entidades: de los Ferrocarriles M. Z. A., de la Compañía Popular de Gas y Electricidad de Gijón, de la Compañía de Tranvías de la misma villa, de la Compañía Asturiana de Artes Gráficas, del Banco de Crédito Industrial, de la Sociedad de Seguros La Estrella y del Banco Herrero, de Oviedo, fundado por su iniciativa sobre los negocios bancarios de don Policarpo Herrero. Entre otras condecoraciones nacionales y extranjeras, estuvo en posesión de la de Caballero de la Legión de Honor, de Francia.

 

Obras publicadas en volumen: 

1.—Apuntes sobre el ahorro. (Gijón, 19007; folleto.)