Eclesiástico que llegó a la alta jerarquía de obispo de Barcelona y escritor documentado y elegante sobre temas religiosos y científicos, que gozó de extensa reputación por sus virtudes y letras. Mereció la protección de Jovellanos y contaba entre los amigos más íntimos del patricio gijonés.

Nació Díaz de Valdés en Gijón el 8 de septiembre de 1740. Lleva por segundo apellido el de Argüelles.

A los trece años se trasladó a Oviedo y aquí comenzó a estudiar la carrera eclesiástica en el Colegio de San Pedro, conocido popularmente por el de los verdes, debido al color del hábito de los colegiales. Prosiguió los estudios en el Colegio de jesuitas y, por último, cursó Leyes y Cánones en la correspondiente Facultad de la Universidad ovetense.

Desde concluida la carrera, transcurre el largo periodo de veinte años, del que no se conserva ninguna noticia de la vida de Díaz de Valdés, hasta que le encontramos desempeñando cargos de importancia, Seguramente ejerció de sacerdote, sin que sepamos dónde ni en qué fecha. En 1786 ocupó la plaza de inquisidor de Barcelona y fué del Cabildo catedralicio de esta ciudad, canónigo. Asimismo desempeñó una canonjía en el obispado de Urgel con dignidad de arcediano de Cerdeña. Finalmente, en 1799 se le elevó a la mitra de Barcelona, donde ejerció su episcopado hasta el fallecimiento, rodeado de generales consideraciones y cariño.

De estos otros veinte años,los últimos de su vida, se conservan frutos muy estimables de sus actividades de escritor, algunos de los cuales aparecieron al público en el Memorial Literario, de Madrid (1787-93), con la firma de Pedro Zadivaldés. Estos trabajos, recogidos todos o los principales en el volumen número IIl, son de carácter económico y sobre aspectos de ciencias naturales, y le conquistaron celebridad en el público ilustrado. La Sociedad Vascongada de Amigos de París, de Vitoria, le premió la memoria número IV en Concurso público. La Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales le dió un puesto en su seno.

Y su saber y prestigio, en fin, le conquistaron galardones como los del nombramiento de consejero de S. M. y la Gran Cruz de la Orden de Carlos III , Dejó de existir Díaz de Valdés, Obispo de Barcelona, en esta ciudad el año 1897.

Obras publicadas en volumen: 

I.—Mis angustias y mis consuelos. (Barcelona, 1800; sermón.) 

II.—Sermón que en la solemne acción de gracias del Cabildo de la Santa Iglesia de Barcelona por la dichosa llegada de los reyes, nuestros señores, y de sus altezas; Por los felices desposorios de los serenisimos señores príncipe de Asturias y de Nápoles y por el venturoso alumbramiento de la señora reina de Etruria. (Barcelona, 1802.)

III. —Tratados sobre la física del clero y otros puntos útiles y provechosos de las ciencias naturales. (Barcelona, 1806; trabajos publicados antes—1787, 89, 90 y 93 en el Memorial Literario, de Madrid, y recogidos ahora en volumen con un discurso sobre las ciencias naturales en relación con Cataluña.)

IV.—El padre de su pueblo o medios para hacer temporalmente felices a los pueblos, con el auxilio de los señores curas párrocos. (Barcelona, 1806; reimpresión de la Memoria sobre promover el adelanto de la agricultura y la industria por los párrocos españoles, que fué premiada por la Sociedad Vascongada de Amigos del País, de Vitoria, en 1791, e incluída en la colección de Actas de esa Sociedad, impresa en 1793.)