ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

DIAZ (Fr. Paulino).

Religioso agustino contemporáneo. Nacido en Tolibia (Laviana), hijo de labradores modestos, el 7 de mayo de 1850. Dotado de aptitudes para el estudio y de vocación religiosa, profesó en la Orden de San Agustín el 1 de octubre de 1867 en el Colegio de Valladolid.

En él comenzó a estudiar la carrera eclesiástica y, antes de concluirla, le destinaron los superiores a las misiones de Filipinas en 1872. Acabó los estudios en Manila y estudió, residente en Miagao, la lengua vernácula de la provincia de Iloílo. Ya en posesión de este idioma, se le encomendó en 1874 la regencia del pueblo de la Concepción y de Lemery posteriormente.

Algo distante de esta última localidad existía un arrabal de malas chozas rodeado de tierras muy feraces y poblado de gente maleante. El P. Paulino concibió el doble propósito de extirpar esa plaga social y fundar allí un centro civilizado. Y puso en la obra disposición y empeño tales que, pocos años después, lo que había sido bosque virgen y guarida de salteadores, quedó convertido en | una bella y progresiva población, llamada Sara, con unos dieciocho mil habitantes.

“Baste el relato sucinto de este hecho—afirma Fr. Gregorio Santiago Vela—para que el lector se: forme idea de las cualidades de nuestro biografiado, a quien no por ser del mismo hábito hemos de escatimar nuestros elogios, bien comedidos por cierto, comparados con los que le prodigaron en el país las autoridades de aquellas provincias, los españoles allí establecidos y los naturales, para quienes será siempre muy grata la memoria del P. Paulino.” 

En ese distrito de la Concepción desempeñaba el cargo de vicario provincial de la Orden cuando, con motivo de la insurrección contra el dominio de España, se vió obligado en octubre de 1898 a huir hacia Manila en busca de refugio. Dos meses después abandonaba el archipiélago filipino al frente de un grupo de agustinos con rumbo a Colombia, encargado de fundar una misión en este país. Muy poco después de establecido en Bogotá se le encomendó una importante comisión en Roma, que llevó a cabo en viaje de ida y vuelta en 1899.

Al año siguiente pasó otra vez a Roma, donde, nombrado prefecto apostólico, se le encomendó la dirección de las misiones recientemente establecidas en Iquitos (Perú), para donde salió seguidamente, con una breve estancia en Barcelona, llegando a Iquitos con otros cuatro misioneros el 1 de marzo de 1901.

Diez años permaneció al frente de esas misiones, hasta 1911. Por esta época, con el cumplimiento de los deberes del culto y los de difundir y arraigar la fe católica, alternó frecuentes ejercicios de escritor en narraciones de forma epistolar acerca de sus impresiones y de sucesos coetáneos, colaborador de algunas publicaciones religiosas. Por méritos contraídos en la dirección de esas misiones, la Santa Sede, a propuesta de los superiores, le concedió en 1904 la distinción honorífica de Ex Provincial de Gracia.

Ya en los albores de la vejez, su salud comenzó a sufrir considerables quebrantos, y en el citado año 1911 fué autorizado para repatriarse. Residió al principio en la casa establecida por la Orden en Bilbao, hasta 1913, fecha en que, elegido definidor general, se trasladó a Madrid. Un año más tarde quedaba como sustituto del provincial de la Orden en España, mientras éste efectuaba un viaje al oriente asiático.

También en España continuó cultivando como escritor el género epistolar. Antes y entonces colaboró en esta forma en las publicaciones España y América, de Madrid; Las Misiones Católicas, de Barcelona; Anales de la Propagación de la Fe, de Lima, y otras. También figuran algunas de esas cartas en las obras Apuntes históricos, de Fr. Bernardo Martínez, Y Las grandes Instituciones del Catolicismo, de don Severino Aznar. Es autor, además, de algunas biografías de obispos que vistieron el hábito de su Orden, entre ellas la de Fr. Miguel García Serrano, inserta en el Archivo Histórico Hispano-Agustiniano, en mayo de 1914.

En ese mismo año fué designado vicario provincial de las misiones establecidas en China, al frente de las cuales permaneció hasta 1918. Regresó entonces destinado a Llanes (Asturias), Pero tan delicado de salud, que dejó de existir en ese mismo año en la citada villa.

 

Referencias biográficas:

 

Díaz González (Fr. Benigno).—M. R. P. Fr. Paulino DÍAZ, de la Orden de San Agustín, vicario apostólico de las misiones de San León de las Amazonas (En Las Misiones Católicas, Barcelona, número 172.

Monasterio (Fr. Ignacio).—Un estudio biográfico. (En la revista  España y América, Madrid, tomo XXX.)