ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

DIAZ (Gumersindo).

Por segundo apellido el de Pérez. Pintor que floreció en la segunda mitad del siglo XIX. Como fecha de nacimiento, que tuvo lugar en Oviedo, dan unos el año 1832 y otros el 1841, pero la primera parece la más probable.

En Oviedo comenzó los estudios artísticos, discípulo del pintor Arbiol. Trasladado a Sevilla, los siguió aquí en la Escuela de Bellas Artes, primero, y con el pintor Joaquín Dominguez Bécquer por espacio de ocho años, a continuación.

Ya poseído de los secretos de su arte, se dió a conocer públicamente en una Exposición celebrada en Cádiz en 1862, en la que alcanzó un premio de segunda categoría con el cuadro San Juan. Al año siguiente regresó a Asturias, movido por el deseo de estudiar el paisaje regionaI.—de muy difícil interpretación por lo cambiante de la luz— y ejecutó algunos cuadros que le merecieron muchas alabanzas. Esta permanencia en la tierra natal parece que no fué larga, pero sirvió para que la consagrara desde lejos con los pinceles, recuerdos y devociones.

Se instaló nuevamente en Sevilla, y a la Exposición celebrada en esta ciudad en 1867 concurrió con seis lienzos: Una vista general de la cueva de Covadonga, Boceto de costumbres asturianas, Un hombre del campo, un estudio de dos calaveras y dos estudios de aves. En la exposición celebrada en la misma ciudad el año siguiente presentó doce cuadros: Un paisaje de Asturias, La Puerta de Córdoba, Muro de la Trinidad en Sevilla, Patio de una casa de vecindad, Unos aguadores, Un cuento, Los arrieros borrachos, Grupo de pastores, Los convalecientes, Costumbres de aldea en Asturias, Tipos asturianos, Un pobre y Cuatro estudios de aves.

Con motivo de estas dos exposiciones y de la anterior celebrada en Cádiz, los periódicos de ambas ciudades tuvieron para Gumersindo Díaz alabanzas y parabienes.

Su estilo pictórico seguía muy de cerca al de Murillo, al punto de que hizo de este pintor algunas copias de perfecta exactitud. Una de ellas, la del famoso Cuadro de las aguas, fué destinado a la Fábrica de Armas de Trubia. Otra, muy elogiada, de San Antonio, en tamaño monumental, la ejecutó por encargo de los duques de Montpensier para una iglesia de Londres.

Falleció este celebrado pintor en el año 1891.